GUANTÁNAMO.— Los dos embalses más importantes de Guantánamo se
encuentran hoy al tope de su capacidad, y al 98% en su conjunto las
seis obras hidráulicas almacenadoras del territorio, envuelto en
favorable situación hidrológica.
En ese resurgir apenas tuvo que ver el huracán Ike, cuyo discreto
aporte a las represas de aquí no compensan los daños causados en
viviendas e instalaciones aledañas al litoral de Baracoa, segundo
municipio en importancia del territorio.
Pero el meteoro obligó a verter a las presas Yaya y Jaibo, las
cuales almacenan entre ambas más de 280 millones de metros cúbicos
de agua, equivalentes a las tres cuartas partes de las posibilidades
de almacenamiento de la provincia, hoy la de mayor porcentaje de
llenado en el archipiélago.
También elevó considerablemente las reservas en Los Asientos,
decisiva para el riego de las áreas de las cooperativas, unidades
básicas de producción y la empresa agrícola del valle de Caujerí,
única porción de Cuba donde es posible cosechar hortalizas en
primavera y verano.
Juan Carlos González, vicedelegado del Instituto Nacional de
Recursos Hidráulicos, dijo a la AIN que también incrementaron sus
volúmenes la Pozo Azul, segunda represa del valle, y la Faustino
Pérez, que cuenta en su vaso con más de 25 millones de m3, y fue
inaugurada en el 2000.
Conocida también como La Esperanza, esa presa garantiza el abasto
a esta ciudad y regula las avenidas de su tributario, el río Guaso,
que en mayo y noviembre de 1993 y 1994 causaron pérdidas millonarias
a la capital de la región cubana más al este de La Habana.