En Las Tunas

Duro golpe a la floresta

Calculan dañada el 40% de la ya escasa superficie boscosa. La mano del hombre puede acelerar la recuperación

Pastor Batista Valdés

LAS TUNAS.— Consideraciones a pie de terreno, no conclusivas aún, estiman en unas 37 000 hectáreas el daño provocado por el huracán Ike sobre el área boscosa de esta oriental provincia.

Hoy la forestación en la provincia no alcanza a cubrir el 9% del suelo.

La revelación preocupa a especialistas del sector forestal y de la actividad científico-técnica, teniendo en cuenta que esa afectación podría significar aproximadamente el 40% de la superficie reforestada en el territorio.

La situación tiende a complicarse por ser esta una de las provincias más golpeadas por las adversidades naturales, donde los bosques apenas cubrían el 13,96% de la geografía antes de que el inclemente meteoro irrumpiera por el litoral norte.

Tras su ensañamiento contra la flora, se calcula que ese importante indicador ha descendido más de cinco puntos y que hoy la floresta no alcanza a cubrir el 9% del suelo.

Así, paradójica, se torna a veces la naturaleza: a lo largo de todo un año las estadísticas asentaron décimas de incremento en el área reforestada, y en un pedazo de madrugada Ike echó por tierra más de cinco puntos porcentuales completos.

A ese indiscutible golpe contra el medio ambiente, se suma el nocivo efecto que también ha dejado para aves, reptiles, insectos y otras especies de la fauna territorial.

Mientras era redactado este trabajo, informes en el Consejo de Defensa Provincial daban cuenta de soluciones en unas 4 500 viviendas de las casi 80 000 dañadas por los vientos, crecía la cantidad de clientes con el servicio eléctrico, telefónico o de agua ya restaurados. Por voluntad del país y tesón popular esta provincia, como las demás, irán pasando cada vez más a la normalidad. Sin embargo, ¿fluirá con igual rapidez la recuperación de bosques y áreas reforestadas?

Evidentemente, no. Ese proceso puede ser más prolongado. Su celeridad, en cambio, no depende solo de la madre natura. Los tuneros tienen experiencia. Recordemos que por aquí (Manatí) nació aquel gigantesco y útil movimiento popular de reforestación masiva, cuyos frutos son visibles en todo el archipiélago. Tal vez este sea un buen momento para reenergizarlo, de manera organizada, en barrios, asentamientos rurales, centros docentes y productivos, unidades forestales.

 

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