Banes vio así afectadas, en solo unas horas, 19 480 viviendas, el
80% del fondo habitacional, donde la mayoría son construcciones
antiguas de madera y zinc.
Nilda Torres Almaguer se refugió en la Casa de los Combatientes,
junto a otros vecinos cuyas viejas casas anunciaban una derrota
segura.
—Cuando llegó la calma que acompaña al "ojo", y vimos la casa en
pie, nos alegramos. Pero la alegría duró bien poco. En cuanto cambió
la dirección de los vientos, el techo comenzó a volar y las paredes
se ladearon. Fue terrible para nosotros ver aquel espectáculo. Por
suerte estábamos a buen recaudo, expresa esta mujer, metodóloga de
Educación.
Restañar los daños parecía casi una tarea de gigantes, pero, sin
tiempo para lamentos, arremetieron con bríos, y una semana después
el panorama es bien diferente, lo demuestran las más de 22 000 casas
reparadas.
Muchos de los que sufrieron derrumbes totales, unos 5 500, se
enfrascan, recuperando lo que pueden salvar, en construir
facilidades temporales, en tanto llegan los materiales necesarios
para revertir el daño.
En ese sentido, Sergio Ávila Chacón, presidente del Consejo de
Defensa Municipal, explica que, a pesar de la cantidad de viviendas
afectadas, se distribuyen con celeridad las tejas de asbesto-cemento
e infinitas, entre otros materiales, asignados al territorio.
El esfuerzo de los incansables linieros ya restableció el
importante servicio al 23% de los clientes, en tanto el 54% de los
abonados ya cuenta con la telefonía.
En Antilla, a pocos kilómetros de esta urbe, encontramos similar
paisaje de destrucción. Allí el despiadado huracán dañó 3 025
viviendas, el 77,6% del total de los hogares antillanos.
Julio Caballero Terrero, presidente del Consejo de Defensa
Municipal, expone que a unos 300 damnificados se les ha entregado ya
algún tipo de materiales para la reconstrucción de sus viviendas. El
municipio recibió, casi desde el primer momento, 4 100 tejas
infinitas y 3 800 de asbesto-cemento. También madera, clavos y
cemento.
José Hinojosa se afana en reparar su vivienda sin esperar por los
materiales, que no lo duda, llegarán. A pesar del trabajoso empeño,
este hombre humilde devenido carpintero afirma con optimismo: somos
miles los cubanos que estamos en igual situación. Hay que tirar pa′
lante ahora.
Gracias al empeño de pobladores y las autoridades, Antilla se
considera hoy el primer municipio de la provincia que despejó su
territorio de todos los desechos que arrojó Ike a su paso; está
restablecido el servicio eléctrico al 75% de los clientes; restan
246 servicios de comunicaciones por recuperar y la gastronomía
funciona de manera estable.
Cabe resaltar el contingente de reclusos y oficiales del MININT
que aportaron lo suyo al resultado que exhibe el territorio. Una vez
concluidos los trabajos allí, marchaban rumbo a Banes para dar un
impulso a las tareas de recuperación.
Caballero Terrero destaca que 13 escuelas, de 15, iniciaron
actividades con alternativas, y faltan solo por incorporarse el
seminternado Miguel Salcedo, que funcionaba como centro de
evacuación, y el preuniversitario, que resultó fuertemente dañado
por el meteoro.
El tesón de los antillanos permite incorporar a la producción el
molino de maíz Comandante Daniel, que dispone de unas 2 500
toneladas de materia prima. El centro entregará diariamente 80
toneladas de harina, las que se destinarán a la población.
Holguín está en combate. Lo demuestra el empeño puesto por el
pueblo en restañar lo que Ike destruyó a su paso por la nororiental
provincia.