En su programa radial Café con el Presidente, transmitido por Radio Brasil, dijo que se reunirá con los gobernadores para analizar esta cuestión.

Consideró que la última pesquisa del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) demostró una reducción de las desigualdades en el país.

Hubo una disminución de 0,563 (2002) a 0,528 (2007) en el índice Gini usado por la ONU para establecer el nivel de desigualdad entre ricos y pobres, dijo.

Eso demuestra de forma inequívoca que está mejorando la vida del pueblo: hay más empleo, más renta, más acceso de la población a productos, indicó.

Evocó que históricamente hubo una desigualdad muy grande entre el Norte y Noreste y el Sur y Sureste brasileños.

Estamos percibiendo que a lo largo de estos últimos años la gente va disminuyendo esa desigualdad pero se necesita hacer algo más para superar eso, consideró.

Dijo que por eso, con base a esa investigación del IBGE, quiere llamar a una reunión a los gobernadores del Norte y Noreste para adoptar actitudes más osadas.

Afirmó que hay que aprovechar las grandes inversiones en curso para mejorar la infraestructura y trabajar más en lo social y consideró necesario aplicar políticas especiales para avanzar en la superación de las diferencias, reducir el analfabetismo y mejorar la enseñanza.

Manifestó su convencimiento de que los números del IBGE en los años 2008, 2009 y 2010 serán mejores y que Brasil logre tratar a su pueblo de una forma más justa.

Las declaraciones del presidente ocurrieron antes de viajar este lunes a New York donde el martes intervendrá en la apertura de la 63 Asamblea General de la ONU.

Según adelantó la Presidencia, en la ONU "Lula criticará la euforia irresponsable de los especuladores que llevaron al naufragio financiero que amenaza la economía mundial".

Insistirá en tratar el tema políticamente para buscar soluciones globalizadas tomadas sin imposiciones en espacios multilaterales legítimos, trascendió.

También se conoció que el miércoles abordará la crisis financiera con los jefes de estado de China, India, Australia y Reino Unido y representantes del FMI.

En la agenda distribuida por Itamaraty, Lula no tiene previstos encuentros reservados con el presidente estadounidense George W. Bush, ni con los candidatos a la Casa Blanca.