Invisibilidad 
			y exclusión son las formas de maltrato al anciano más extendidas en 
			la actualidad. Así lo constató este jueves en el ámbito de 
			Gerontoger 2008 Laura Damiano, especialista uruguaya en atención al 
			adulto mayor. 
			Según estudios sobre el tema, el maltrato en nuestros tiempos se 
			ha desplazado desde el plano físico hasta el psicológico y el 
			económico. Con ello aumentan las posibilidades para tratar esta 
			problemática, pues muchas veces el anciano no identifica ciertas 
			actitudes como maltrato, o bien niega ser víctima de la violencia 
			ante la falta de evidencias latentes. 
			Evitar el aislamiento fue una de las estrategias propuestas por 
			Damiano para brindar ayuda profesional al anciano maltratado, aunque 
			además alertó al personal especializado sobre la necesidad de 
			mantenerse en guardia para captar abusos inadmitidos.
			"A veces recibimos ancianos que pretenden llamar nuestra atención 
			con alguna nimiedad y no son capaces de delatar sus problemas 
			reales. Esas conductas un tanto egocéntricas requieren observación, 
			porque pueden estar encubriendo maltrato familiar".
			Otra vía preventiva de manifestaciones violentas hacia los 
			adultos mayores se relaciona con la atención a la familia y en 
			especial a los cuidadores. Diversos factores influyen en que por lo 
			general sean estos quienes desempeñen el rol de victimarios. Para 
			minimizar dicho riesgo los encargados de esta tarea precisan de 
			apoyo y en lo posible ciclos rotativos de descanso.
			Al final de su conferencia, la especialista resaltó la 
			importancia de mantener informadas a las víctimas potenciales sobre 
			el tema de la violencia y los recursos de asistencia de los que 
			pueden valerse en tales casos.
			Laura Damiano valoró de espectacular el trabajo de Cuba en la 
			temática. Además encomió la perspectiva integral con la cual se 
			asiste al adulto mayor en nuestro país; al cual se le atiende desde 
			lo comunitario, lo institucional y lo hospitalario.