Mientras 
			la mayoría de los cubanos estamos empeñados en la recuperación de 
			toda la nación, enfrascados en poner todo en funcionamiento lo más 
			rápido posible, oportunistas e inescrupulosos intermediarios 
			aprovechan para duplicar los precios de los alimentos, que ya eran 
			altos. 
			Tal falta de consideración e insensibilidad de estos personajes, 
			que se enriquecen a costa de la necesidad del resto de los cubanos, 
			crea malestar en la población.
			Es momento oportuno para tomar decisiones. Se trata de cortar por 
			lo sano, que ello sea palabra de orden.