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La maldición de Kukulcán
AMAURY E. DEL VALLE
MOLIDOS, como si de galletas aplastadas con un rodillo se
tratara, lucen hoy muchos techos de Pinar del Río, tanto de tejas de
asbestocemento como aquellas minúsculas criollas que fueron
levantadas por la fuerza de los vientos del dios Kukulcán, el
creador de los ciclones según la mitología maya.
Debajo
del radio de las torres eléctricas de alta tensión está prohibido
construir.
Muchas son las familias que se han quedado sin cobija, y que
ahora esperan recibir los recursos necesarios con qué taparse del
cielo, ese mismo desde el cual les llegó la furia de un meteoro que
no creyó en techumbres, puertas, ventanas e incluso en no pocas
paredes, torres de telefonía y electricidad...
Muchos consideran que la tragedia, dada la magnitud del huracán,
casi era inevitable. Otros, en cambio, se asombran de ver techos de
asbestocemento o tejas que sí resistieron, mientras que otros se
doblegaron al paso de Gustav (y más tarde Ike).
Los más ahora se preocupan por lo inmediato: volver a techar, y
esperan que esta vez las planchas que coloquen logren resistir los
vientos. Pero ¿cómo hacerlo?
ASBESTO SIN TODO EL CEMENTO
La insularidad de la mayoría de las islas del Caribe, el
desarrollo sustentado en el turismo y la agricultura, así como los
fenómenos naturales frecuentes, hacen de esta zona del mundo uno de
los lugares más vulnerables ante fenómenos naturales como tormentas
tropicales, huracanes y penetraciones del mar.
Muchas de estas consideraciones están recogidas en un informe
presentado en la Conferencia de Consenso sobre Normas Técnicas de
Construcción en el Caribe, documento elaborado por cinco
especialistas de la región, entre ellos de países como Barbados,
Martinica, Trinidad y Tobago, Jamaica y Cuba.
En el caso de nuestra Isla participó el Doctor en Ciencias Carlos
Llanes Burón, director del Centro de Estudios de Construcción y
Arquitectura Tropical (CECAT), del Instituto Superior Politécnico
José A. Echeverría (ISPJAE).
Muchas
tejas criollas se caen por el inadecuado montaje.
El experto indicó que el país ha diseñado, entre otras muchas
regulaciones, una Norma de Carga de Vientos NC-285-2003, la cual
establece los requisitos para levantar todo tipo de edificaciones,
teniendo en cuenta los lugares, las características del terreno, su
geografía, los materiales que se utilizarán y otros muchos
elementos.
Sin embargo, como reconoce Llanes Burón, autor de esta Norma, las
especificaciones planteadas en la regulación no siempre se han
cumplido. "Las dificultades de los últimos años y especialmente el
bloqueo de Estados Unidos, han impactado fuertemente la construcción
de viviendas en el país, y a veces por desconocimiento, otras por la
real falta de recursos y otras por la premura, se violan normas
técnicas en las construcciones", subrayó.
Otro elemento que influye en esta situación ha sido recurrir a
modos de construcción más baratos y por ende más rápidos para
solucionar el agudo déficit de viviendas que tenemos, que se
incrementa también debido a los desastres naturales.
Estos elementos, de los cuales el más expuesto son las "cubiertas
ligeras", ya sean de fibrocemento, estructuras metálicas, tejas
criollas o papel de techo, son especialmente vulnerables ante
fuertes vientos.
"Hay inestabilidad y falta de preparación en la fuerza
constructiva, y mucho desconocimiento de lo que se debe hacer, a lo
cual se une que a veces no se utilizan, por diversas causas, la
cantidad de materiales constructivos requeridos o se desconocen
normas técnicas elementales. Y todo ello influye en la calidad y por
tanto la resistencia de una construcción", señala la Doctora María
Luisa Rivada, especialista del CECAT.
A veces, explica el Doctor Llanes, se trata de hacer fibras de
asbestocemento solo un poco más gruesas, con lo cual aumentaría
mucho su resistencia, o echarles el cemento que llevan y utilizar
las fibras adecuadas para hacer las planchas. "Aquí mismo en nuestro
laboratorio de la CUJAE hicimos diversas pruebas de tejas de
asbesto, para verificar su resistencia, y las había muy buenas, pero
otras se nos deshacían cuando las cargábamos para colocarlas en la
máquina de verificación", recuerda el Doctor Llanes.
ÁNGULOS AGUDOS
Poner las tejas de asbesto adecuadamente supone, entre otros
requerimientos, anclarlas como se debe, colocándolas con una
arandela situada en el tornillo a ambos lados de la placa, y entre
estas una goma para amortiguar el movimiento de la plancha.
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Colocación correcta, incluyendo una
arandela y rueda de goma que amortigüe la fuerza de los
vientos. |
Formas de las grapas según el tipo de anclaje
a la estructura. |
Igualmente es importante que se ponga en la curva superior que
hace la plancha, y que estas no se superpongan demasiado entre sí,
para evitar que los embates del viento las hagan chocar y las
partan.
A su vez, las del borde siempre deben estar mejor ancladas que
las que están hacia adentro de la edificación, pues sufren más las
ráfagas de aire; mientras que el ángulo del techo debe tener una
inclinación mayor a los 22 grados, e incluso mientras más agudo sea
este ángulo mucho mejor, pues así ofrece menor resistencia al
viento.
"Lo anterior explicaría por qué son tan resistentes los llamados
‘varentierras’, construcciones de guano típicas del campo cubano,
que a pesar de ser aparentemente frágiles resisten muy bien los
temporales, por el ángulo del techo, por ser muy bajas y por estar
cerradas a ambos lados con pequeñas paredes de tablas de palma, las
cuales son muy fuertes", reflexiona Llanes.
La forma de los techos es también determinante, ya que ofrecen
mayor seguridad los construidos "a cuatro aguas" y a dos, que los de
un solo plano. Y se debe evitar que los portales o colgadizos
sobresalgan demasiado. Mucho menos pueden estar ensamblados de forma
continua al techado de la vivienda, ya que al ceder las tejas de los
portales inmediatamente tienden a irse las del techo de la casa.
Otro elemento importante, asegura el profesor Llanes, es que la
cantidad de tornillos debe ser mayor hacia los bordes externos de
las planchas, tanto en las de asbesto como en las metálicas.
En las de asbesto, explica, un error muy frecuente es utilizar un
clavo y un martillo en vez de un taladro para abrir los huecos por
los que pasan los tornillos, "lo cual es un grave problema, pues las
agrieta y raja, a veces de forma imperceptible, pero ceden cuando el
viento sopla".
Forma
de colocación de tornillos o clavos en un techo para su correcto
anclaje.
El especialista asegura que uno de los fenómenos más frecuentes
en las tormentas tropicales y huracanes es que alguna parte de la
edificación, ya sea un fragmento de teja, una ventana o puerta "se
vaya", con lo cual se mete el viento dentro de la edificación
provocando un efecto de succión que puede desbaratar el resto del
techo e incluso las paredes del inmueble.
Por eso en medio de una tormenta hay que evitar a toda costa que
se introduzca el aire dentro de la construcción, algo que a la gente
a veces se le olvida, y cometen la imprudencia, hasta por
curiosidad, de abrir una puerta o ventana para mirar hacia afuera.
También las impermeabilizaciones pueden ceder, según María Luisa
Rivada, quien enumera como las causas más comunes la mala colocación
del papel de techo, "que no puede estar solamente pegado, sino
anclado por todo el extremo al techo, ya que solo con el asfalto no
basta, pues al castigarlo el sol se cristaliza, y hasta sin
necesidad de un ciclón se va cayendo.
"Si son tejas criollas, lo más común es que se pongan una sobre
otra, sin ningún mortero que las aguante, o sin engancharlas entre
sí de alguna forma, por lo cual al paso de poderosos ciclones se ven
como si estuvieran molidas", explica la profesora del CECAT.
¿TORRES QUE RESISTAN?
Como si un niño travieso y gigante se hubiera dedicado a jugar
con ellas, decenas de torres de alta tensión eléctrica fueron
"retorcidas" por los vientos de Gustav a su paso por Pinar del Río.
"La primera enseñanza, y lo pudimos apreciar ahora con el huracán
Gustav, es que ninguna edificación puede levantarse en el radio de
una torre eléctrica, porque estas son muy susceptibles a caerse con
grandes vientos", dice el profesor Llanes.
—¿Pueden construirse torres de este tipo que resistan huracanes?
—A nivel internacional este tipo de construcciones se hacen
pensando en aguantar vientos de un huracán fuerza dos e incluso
fuerza tres.
"Más allá de eso sería económicamente muy costoso levantar torres
más resistentes, que tuvieran elementos de mayor grosor y peso, y
por tanto una base mayor, y más altura, una ecuación que
matemáticamente es muy cara".
—Sin embargo algunas torres resisten más que otras...
—Porque en un huracán los vientos no siempre se comportan igual,
e independientemente de que también hay variaciones en la calidad de
las estructuras, los ciclones llevan dentro de sí tornados que
pueden atacar directamente una torre.
Es importante que
ambas estructuras estén separadas en su construcción.
"A su vez, muchas tienen una gran cantidad de cables, sobre todo
las metálicas, los cuales les ofrecen más resistencia al viento. Y
por supuesto, si una cae, los cables arrastran a la otra; por eso
muchas no se caen, sino que se parten y retuercen por su cuarta
parte.
"En el caso de las de televisión, radio y telefonía no se puede
olvidar que fueron diseñadas para una cantidad determinada de
antenas y parábolas, que han ido creciendo y por tanto aumentando
los elementos que les hacen resistencia a las ráfagas de aire".
El experto agrega que los postes de electricidad y teléfono, en
la premura por subsanar afectaciones, a veces se colocan sin seguir
los parámetros adecuados; se entierran sin colocarles primero una
base de cemento, y hasta se empotran sin la suficiente profundidad.
"Los de madera, por ejemplo, al ser más flexibles, generalmente
se derrumban y no se parten, como sucede con los de concreto; sin
embargo, en los dos casos es determinante cómo han sido colocados y
a la profundidad que fueron enterrados".
BERNOUILLE Y LOS ANCLAJES
Otro elemento muy frágil cuando se trata de resistir un huracán
son las puertas y ventanas de una edificación, cuyo mayor problema
está en el deficiente anclaje que tienen, lo cual las convierte en
simples veletas ante el soplido huracanado.
Todo el aire contenido en "los pulmones" de un ciclón pudiera ser
resistido por uno de estos aditamentos si se anclaran de manera
correcta, mediante una fórmula que indica que mientras más al borde
de un inmueble o a mayor altura esté una puerta o ventana, mayor
debe ser su anclaje.
"Los tornillos o pernos deben colocarse en los cuatro extremos,
tanto a los lados como arriba y abajo, y deben ser más o de mayor
grosor, cuanto más alto esté ubicada la armazón", recomienda Llanes.
"Tampoco deben clavarse los tornillos, como muchas veces se hace,
sino atornillarlos adecuadamente, y en el caso de los pernos
echarles abundante cemento. Incluso una reja delante de puertas y
ventanas ayuda, porque evita que elementos voladores choquen contra
ellas y las destruyan.
Los
expertos recomiendan que los techos se fijen bien en cada uno de sus
extremos, a lo largo de estos para garantizar una mayor resistencia
al viento.
"Si uno se fija bien, para asegurar una puerta o ventana en
ocasiones no basta con clavar maderas en crucetas detrás, porque lo
que se lleva no es el cerrojo o las persianas, sino toda la
estructura. Cuando eso sucede no falló la armazón, sino su anclaje".
Otra recomendación muy importante es que las puertas de entrada y
de salida de una casa se construyan en línea recta entre sí, pues si
falla una, se debe abrir la otra para que el aire salga, en aras de
evitar el efecto enunciado en el Teorema de Bernouille, que
relaciona un aumento en la velocidad de flujo con una disminución de
la presión y viceversa.
"O sea, que si el aire corriera libremente y en línea recta
dentro de una edificación, aumentaría la presión en esta y por tanto
succionaría el techo, aguantándolo. De lo contrario, si penetra sin
encontrar salida, puede provocar una implosión y desbaratar el
techo, otras puertas o las ventanas", explica el Doctor Llanes.
Otra confusión frecuente, según el experto, es creer que el
empapelado de ventanas de vidrio va a protegerlas contra los vientos
mayores. "Eso solo logra que el cristal no se fragmente en pedazos y
pueda herir a alguien. Para hacerlos más resistentes, los cristales
deben ser de tamaño pequeño".
ALERTA NECESARIA
Con el paso del tiempo y de los huracanes, los cubanos han ido
adquiriendo determinada sabiduría popular sobre cómo protegerse
ellos mismos y sus viviendas de los fuertes vientos que traen estos
meteoros. Mientras algunos buscan métodos artesanales, como reforzar
las tejas con palos, cabillas y tensores para evitar que cedan,
otros utilizan sacos de arena, que al mojarse se convierten en pesos
muertos muy útiles... mientras dura la tormenta.
"Sí, porque en muchas ocasiones se olvidan después de retirarlos
y entonces van debilitando las planchas de asbesto con su peso,
rajándolas imperceptiblemente, y al próximo vientecito se parten",
alerta el doctor.
Él considera que cualquier opción para reforzar los techos es
bienvenida, siempre que se haga siguiendo las normas técnicas
adecuadas.
Si se trata de techos de cubierta ligera no basta con reforzar
uno o varios, hay que hacerlos bien todos, pues cuando se desbarata
alguno genera una cantidad de pedazos de tejas que se convierten en
objetos voladores que a su vez parten las otras fibras y hasta
pueden convertirse en proyectiles mortales.
En el caso del cableado eléctrico y telefónico lo ideal es que
fuera completamente soterrado, pero mientras eso llega debe tratar
tenderse acorde con los parámetros que rigen su instalación, para
evitar la caída de postes que interrumpen estos servicios, pero
también destruyen casas e inmuebles.
Quizá las cubiertas ligeras sean especialmente vulnerables a los
fuertes vientos, pero ni la necesidad por solucionar los problemas
de vivienda o por darles techo a quienes lo han perdido todo, ni la
falta de recursos, deben impedir el cumplimiento de los
requerimientos técnicos que garanticen una mayor protección a los
inmuebles. |