— Grupos humanitarios de la
Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la Franja de Gaza afirmaron hoy
que Israel mantuvo la represión contra la población de estos
territorios, aún después del bombardeo de Beit Hanoun, en 2006.
Según el Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR, en
inglés), las tropas israelíes continuaron sus ataques sistemáticos
contra civiles y propiedades en los territorios palestinos ocupados.
El PCHR denunció que en las últimas semanas un niño palestino
murió y 22 civiles, incluidos otros cuatro menores, resultaron
heridos por agresiones de los uniformados al servicio de Tel Aviv en
la aldea de Taqqou, cercana a la ciudad de Bethlehem.
Agregó que un periodista israelí y una pacifista italiana fueron
heridos en Cisjordania y en Gaza, respectivamente, mientras los
militares hebreos siguieron empleando un líquido fétido para
dispersar las protestas en las aldeas de Bi´lin y Ni´lin, cerca de
Ramallah.
Las tropas israelíes condujeron 47 ataques en comunidades de la
Ribera Occidental y arrestaron a 39 civiles, incluidos cinco niños,
al tiempo que continuó la construcción de asentamientos y las
agresiones a propiedades palestinas por parte de los colonos judíos.
Por otro lado, la Oficina para la Coordinación de Asuntos
Humanitarios de la ONU (OCHA) confirmó en esta ciudad que 53
infantes palestinos resultaron heridos en una operación militar en
Ni´lin.
El pasado 8 de septiembre, el ejército ocupante trató de abrir
una nueva ruta entre el muro que rodea Jerusalén y la vía que enlaza
con las aldeas de Ni´lin y Midya y reprimió con disparos de balas de
gas contra casas, tiendas y escuelas las protestas palestinas, dijo
OCHA.
Las denuncias del PCHR y la OCHA fueron hechas como parte de sus
respectivos informes semanales y coincidieron con reporte presentado
en Ginebra, Suiza, por el arzobispo sudafricano Desmond Tutu.
Al hablar ayer ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la
ONU, el religioso afirmó que Israel pudo haber cometido crímenes de
guerra por el bombardeo a la localidad palestina de Beit Hanoun, en
el que murieron 19 personas, incluidos siete niños y seis mujeres.
El Premio Nobel de la Paz visitó Gaza en mayo pasado y concluyó
que del ataque realizado en noviembre de 2006 lo que más ofende es
el silencio de la comunidad internacional frente a lo que está
ocurriendo. Este silencio significa complicidad, acotó.
Deploró también la indiferencia internacional ante lo que sufren
1,5 millones de palestinos residentes en los territorios ocupados,
pues las heridas aún no se han curado.
Aseguró que el factor que más afecta hoy a las víctimas y
sobrevivientes del bombardeo es la situación general de Gaza y,
específicamente, el bloqueo israelí arreciado en junio de 2007
cuando tomó el poder allí el movimiento islámico Hamas.