El abasto de agua a la población de la oriental provincia cubana
de Granma avanza hacia la normalización, luego de las afectaciones
provocadas por las inundaciones asociadas al huracán Ike.
Está restablecido el suministro en Bayamo, la capital provincial,
con la puesta en marcha de los sistemas de turbinas o drenes
ubicados en el río que bordea la urbe, la incorporación de los pozos
y el restablecimiento de la potabilizadora principal.
La ciudad presentó la situación más crítica de la provincia, pues
las crecidas inhabilitaron los drenes, contaminaron las fuentes y
destruyeron el dique de la derivadora que abastece la planta de
potabilización, lo cual redujo la entrega a unos 116 litros por
segundo, de alrededor de 600 tradicionales.
Esta coyuntura fue resuelta gracias a la movilización de decenas
de camiones con tanques, pertenecientes a varias empresas estatales,
de los cuales una parte continúa en funcionamiento.
Por esta vía se mantiene la entrega del líquido a la cabecera del
municipio de Buey Arriba, la zona de mayores complicaciones en estos
momentos, debido a la inundación del sistema de bombeo principal,
situado en las márgenes del río Buey.
El montaje de las turbinas a orillas del río Cauto, permitió
restablecer el servicio en el poblado de Cauto Cristo y en parte de
Río Cauto, este último aún con deficiencias debido a la turbulencia
del agua que llega a dos de sus potabilizadoras.
Las fuentes de abasto superficiales, predominantes en Granma, son
muy vulnerables a la contaminación y otros daños durante los
períodos de intensas lluvias, lo que exige una mayor explotación de
las reservas subterráneas, más estables y saludables.