Como una alternativa para aliviar el problema habitacional en la
capital cubana, agravado ahora con el paso de los huracanes Gustav e
Ike, se trabaja intensamente en la búsqueda de locales que puedan
ser adaptados como viviendas para familias damnificadas.
Manuel Burón, director del Movimiento de Microbrigadas Sociales
en Ciudad de La Habana, destacó que ante el llamado de las
autoridades locales en todos los municipios diversas entidades
pusieron a disposición de los gobiernos inmuebles o almacenes en
desuso, los cuales de creárseles las condiciones de habitabilidad
podrían ser entregados a familias que ahora perdieron sus casas.
Subrayó la importancia de que una vez ofrecidos esos locales a
las personas necesitadas, la propia población, los vecinos o
familiares apoyen las labores de adaptación o reparación, para
acometer sin demoras este plan emergente.
Burón precisó que también las direcciones del Partido Comunista
de Cuba y del Poder Popular en la provincia orientaron la búsqueda
de inmuebles en manos de las empresas y organismos del Estado, que
pudieran transformarse en albergues de tránsito.
En estos se alojarían temporalmente familias evacuadas ante la
amenaza de algún ciclón u otra catástrofe, por residir en zonas de
inundaciones o en viviendas con peligro de derrumbe o que hayan
sufrido este percance.
Puntualizó que también en la actual etapa de recuperación se
llevan a los barrios de la capital tejas y otros materiales de
construcción a los casos que, con una mínima cantidad de recursos,
pueden reparar de inmediato la cubierta de sus casas afectadas por
el huracán.
El director de las Microbrigadas Sociales en Ciudad de La Habana
explicó el aporte de sus trabajadores en la limpieza y saneamiento
de calles y avenidas, junto a los de Servicios Comunales y de la
Construcción, y a los combatientes de las instituciones armadas.