Con daños en la flora, a causa de los huracanes, la apicultura
pinareña enfrenta el reto de recuperar su tradicional posición
destacada en aportes de miel, cera y propóleos a escala de toda
Cuba.
Especies poliníferas y melíferas sufrieron los mayores azotes de
Gustav e Ike, en tanto las abundantes lluvias de este último
fenómeno meteorológico contribuirán a la recuperación paulatina de
las plantas, sostienen expertos.
Igualmente, son cuantiosas las averías de la infraestructura del
sector; las pérdidas suman dos mil 143 colmenas, en tanto ocho mil
319 se mantienen en funciones, de acuerdo con los monitoreos, si
bien existen sitios aún inexplorados por las condiciones del
terreno, en lugares intramontanos con árboles caídos.
Inmersos en la recuperación, los apicultores limpiaron las áreas
de vuelo, los apiarios, suministraron la primera alimentación
estimulante a las colmenas, y trabajan en estos momentos en la
segunda vuelta para iniciar posteriormente las labores técnicas de
manejo.
Esas tareas, comunicaron expertos a la prensa local, consisten en
cerrar a 10 los panales, entre otras acciones estimuladoras del
desarrollo en las actuales circunstancias de este sector, uno de los
más dañados por los meteoros.
Sobresalen las afectaciones en los municipios de La Palma, San
Cristóbal, Viñales y Los Palacios, ruta de los últimos huracanes,
aunque en sentido general toda la provincia empieza a sentir ya el
déficit de polen por los estragos sufridos en la campiña.
Como consecuencia inmediata, este año no será posible cumplir el
plan técnico previsto de 480 toneladas, pues ya merma la producción
de miel y la cosecha de este cuatrimestre, procedente de flores de
bejuco indio o leñatero, así como la de campanilla morada
(noviembre) y blanca (diciembre), ejemplares dañados.
Directivos del Ministerio de la Agricultura (MINAG) aseguraron la
implementación en los primeros días de octubre de una estrategia de
fomento acelerado de nuevas colonias y multiplicación de criaderos
de abejas reinas para revertir la situación de la apicultura.
A Cuba la apicultura llegó en 1766 procedente de la Florida, la
miel se considera un alimento muy rico en nutrientes, de propiedades
curativas y más antiguo que el hombre.