La cobija perdida huele a nostalgia, pero nuestro aporte de papel y cartón puede brindar tejas a los que hoy duermen en un techo ajeno y solidario. Así lo pretenden los CDR con su campaña Mi aporte por el techo.

El llamado está dado; los motivos para responder se encuentran en las espeluznantes imágenes mostradas por la televisión, en las historias de los reportes de prensa, en el deber de hermanos.

Pareciera poca cosa, pero cada carretilla de papeles significa esperanza y materia prima segura en la fábrica de tejas infinitas.

Manuel Morales, director de la unidad básica territorial de Materias Primas en Ciudad de La Habana, indicó que cada CDR concentre en un punto su aporte y, a través del representante de nuestra empresa en cada consejo popular, nos avisen para la recogida. Agradecemos toda la ayuda, y sobre todo llamamos a las grandes empresas generadoras de papel y cartón a colaborar, solicita Manuel.

En los municipios existen centros receptores que se encargan de almacenar la materia prima, de ahí se traslada hasta la base de proceso de los desechos y se conforman pacas. Hasta el momento Ciudad de La Habana ya entregó a la fábrica de tejas infinitas más de 250 toneladas, y pretendemos llegar a las 1 000 toneladas antes de finalizar el mes, expone el directivo.