La esgrima cubana, que llegó a tocar los primeros planos del
planeta, pretende ir recuperando parte del terreno perdido...
"En los próximos Juegos Centroamericanos y del Caribe, los de
Mayagüez’10, queremos superar la cantidad de medallas de oro ganadas
en los de Cartagena’06, donde fueron siete, y ahora aspiramos a
nueve", dijo ayer Rigoberto Morejón, comisionado nacional, en
declaraciones para los lectores de Granma.
La frase destapa nuevamente aquellos disputados duelos, de los
cuales fui testigo en el bello Centro de Convenciones, en el cual
los nuestros tuvieron que sacar a flote sus mejores esfuerzos para
conservar el dominio regional en este deporte, algo que durante años
se consiguió con relativa facilidad.
Pero en Cartagena’06 se vieron nítidamente los progresos de los
venezolanos, quienes, incluso, llegaron a estar durante un rato
delante en la tabla de medallas, y lograron un mejor total.
Al final, el reparto de metales entre ambos países quedó así:
Cuba (7 de oro- 4 de plata- 4 de bronce=15), Venezuela (5-5-7=17).
El ciclo olímpico 2004-2008 resultó el peor de nuestra esgrima
durante mucho tiempo (consecuencia fundamental de la conocida falta
de recursos económicos), con retrocesos y propósitos incumplidos.
Y la verdad es que muchos hoy no tenemos tan claro lo que podría
ocurrir en Mayagüez’10, pero es bueno escuchar la intención de
apuntarle a objetivos altos.
"Hay dos años por delante, tenemos tiempo. Queremos ir midiendo
nuestra fuerza", agregó Morejón.
Y después vendrán, pero hay que capturar un conejo primero y el
otro después, los Juegos Panamericanos (Guadalajara’11), en los que
se perdió el dominio en Santo Domingo’03, y no se pudo recuperar en
Río de Janeiro’07.