Actualizado 12:05 p.m. hora local

Júbilo por inicio de curso escolar en Pinar del Río

MARITZA PADILLA Y ELENA MILIÁN

Gustav e Ike con su rastro de destrucción no pudieron impedir que hoy, uniformes, mochilas y útiles escolares alcanzaran el máximo de protagonismo.

Alternativas como el funcionamiento de aulas en viviendas de la vecindad e instituciones en aquellos planteles muy castigados por los huracanes, y la rápida recuperación de otros, posibilitaron que amén de los perjuicios esta jornada de cada septiembre como de costumbre fuera un día muy especial, de júbilo nacional.

En el pinareño seminternado de primaria Hermanos Cruz, uno de los perjudicados por los meteoros, el reencuentro con los compañeros de clase y la emoción de otros que hoy se adentran en el mundo del conocimiento, resultó suficiente para borrar algún mal recuerdo de jornadas anteriores, cuando los vientos y las lluvias castigaron esta tierra.

Mientras la directora anunciaba la normalidad del curso, con actividades hasta las siete de la tarde, como de costumbre, Leyla Padrón y Luis Marcel Carmona, permanecían impacientes por dar un gran beso a sus maestras, cuyo claustro creció al incorporarse hoy una profesora jubilada, quien respondió al llamado de la Revolución.

Septiembre siempre tiene similar inicio, sin embargo esta vez sorprende con nuevos descubrimientos, gracias al colosal esfuerzo de los pobladores de la Isla por la recuperación.

En Pinar del Río, más de 800 escuelas de las diferentes enseñanzas abren sus puertas, en tanto seguirán en marcha los múltiples programas y transformaciones en práctica en ese sector, dirigidos a elevar sustancialmente la calidad del proceso docente educativo.

No hay dudas, el noveno mes del año siempre trae sorprendentes descubrimientos, y a pesar de los huracanes, sobradas razones hay para el júbilo. (AIN)

 

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