Las innumerables afectaciones causadas en Cuba a menos de 10 días
por los huracanes Gustav e Ike, no impiden que este lunes cerca de
2,5 millones de estudiantes de la enseñanza general reinicien sus
clases.
Luego del paso de ambos eventos naturales, los órganos
territoriales de la Defensa Civil recabaron el apoyo de los
trabajadores de los centros escolares y padres de los estudiantes
con el fin de ejecutar acciones que apoyaran en el reinicio de las
actividades docentes en el menor tiempo posible.
El Ministerio de Educación convocó además, frente a la diversidad
de situaciones en las numerosas escuelas, al empleo como aulas de
locales provisionales hasta tanto se restablezca la normalidad en
los centros educacionales afectados.
En el caso de los centros internos con grandes daños, orientó la
reubicación de sus matrículas en otras unidades de los mismos
niveles de enseñanza, la reorganización de la cantidad de alumnos
por grupo y el acondicionamiento de otros locales en los inmuebles
dañados para ser usados como salas docentes.
En las provincias de Santiago de Cuba y Granma, unas de las menos
afectadas en el sector por las inclemencias del tiempo y en las que
cerca de 100 de los más de dos mil 300 planteles de ambos
territorios sufrieron daños, el curso ha comenzado paulatinamente
desde el pasado miércoles, según ha sido posible.
La reanudación de las actividades docentes a tan poco tiempo de
los devastadores efectos de dos huracanes constituye una muestra más
de la voluntad de un país, bloqueado y agredido durante casi medio
siglo por las sucesivas administraciones estadounidenses, de
mantenerse en los primeros lugares regionales en la educación