El ministro del Comercio Interior, Marino Murillo, precisó en
Santa Clara que, según cifras preliminares, más de 4 000 toneladas
de alimentos resultaron dañadas como consecuencia de la pérdida de
los techos en los almacenes donde se encontraban resguardadas, las
que se suman a las casi 1 300 afectadas en Pinar del Río y la Isla
de la Juventud al paso de Gustav.
Reconoció, además, que cerca de 20 000 toneladas de productos de
la canasta básica, como arroz, azúcar, frijoles y chícharos, entre
otros, resultaron salvadas gracias a la rápida acción de los
trabajadores del sector, al perderse parte de la cubierta de los
almacenes en que estaban protegidos.
Las provincias más perjudicadas han sido Holguín, La Tunas y el
norte de Camagüey, aunque hay daños en todos los territorios,
aseguró el Ministro, quien precisó que la tarea más importante ahora
es darle vitalidad al sector, reabrir las bodegas, comercios y
centros gastronómicos como una vía de ayudar a la población a
adquirir los productos necesarios.
Hay que reparar los daños con celeridad, siendo racionales en el
uso de los recursos, aprovechando la madera y los techos que sean
recuperables, acotó Murillo.
Reconoció la experiencia de Villa Clara donde 180 bodegas
perdieron parte de su cubierta sin que ello provocara daños a los
alimentos, evacuados de manera previsora hacia casas de familia.