Después del susto
Ventura de Jesús
ALACRANES, Unión de Reyes.— Ulises se afirmó en los pies y sobre
todo en sus brazos y levantó el cuerpo de la anciana por encima de
sus hombros hasta la cama del camión. El agua casi a la altura del
pecho y la fuerte corriente hacían más difícil la maniobra de
rescate. Fabiola ignoraba cómo había llegado hasta el regazo del
joven soldado, pero sabía el propósito de aquel inesperado paseo.
Momento
en que rescataban a Fabiola.
—Vengo a hacerles compañía— dijo cuando llegó al refugio (y ya
superada la conmoción) a los más de 50 vecinos que fueron evacuados
de la localidad de Alacranes ante la caterva de agua que les dejó el
huracán Ike.
La anciana no olvida cómo se aferró al cuerpo de Ulises para
mantenerse a salvo. "Me llevé el mayor susto de mi vida. La suerte
fue la pronta reacción de la Defensa Civil y de quienes tienen que
ver con estas labores. De lo contrario aquí se hubieran ahogado no
pocas personas, como ocurrió con el ciclón del 53".
En sus 78 años de edad, Fabiola Valdés no había visto una
creciente de esa magnitud y admite que ha sido siempre una mujer de
mucha acción. "Se me agrietó la piel en el campo. Fui maestra
popular e impartí clases en comunidades rurales como El Estante, El
Caney y otros caseríos. Me trasladaba habitualmente a caballo y a
veces en condiciones anormales. Nadie puede hacerme cuentos de lo
que es pasar trabajo".
El
soldado Ulises Romillo fue reconocido por la acción.
La carismática anciana y otros vecinos del barrio quedaron
admirados del altruismo y el arrojo de no pocas personas que
ayudaron a evacuarlos, y recuerdan especialmente al soldado Ulises
Romillo y al jefe del sector de la PNR. "Yo ni siquiera sé cómo se
llama, pero ese muchacho es una maravilla".
"Había que verlo junto al joven soldado luchar contra la furia
del agua para evitar una desgracia. Hablen de ellos por Dios. Aquí
no se ahogó ni un gato ni nadie se hizo un arañazo; gracias a ellos
en buena medida", comentó una vecina de Fabiola.
Fue por esas y otras muchas razones que el pueblo de los
asentamientos de Alacranes y Bermejas se agolpó en las calles para
reconocer a un grupo de quienes más se destacaron en la tarea de
rescate y evacuación. El agasajo fue extensivo al Consejo de Defensa
del territorio y a las zonas de defensa. Hubo honores también para
otras individualidades.
La gente que los circundaba susurraba en especial sobre la
gallardía de los integrantes de las FAR, quienes con fuerzas y
medios auxiliaron a todos los que lo necesitaron.
Nadie asistió por casualidad a los actos de gratitud. Este es un
pueblo muy revolucionario, observó Osmany Echeverría, un joven que
socorrió a decenas de personas en la comunidad de Bermejas. "Ha
transcurrido poco tiempo y ya usted ve cómo todo está limpio y
ordenado". Mensajes de igual modo convincentes dejaron Onill
Martínez, de la Defensa Civil, y el impedido físico Danilo
Rodríguez. |