La impronta del cacao en los artistas de la plástica de Baracoa,
se expondrá en el IV Encuentro Latinoamericano y del Caribe sobre
Cacao y Chocolate, previsto para celebrarse en La Habana, del 13 al
17 de octubre próximos.
Pintores de la Villa Primada de Cuba mostrarán sus cuadros, en
los cuales reflejarán el cultivo, recolección y procesamiento
industrial de la bellota, a partir de la cual se obtiene el
delicioso chocolate, denominado Elixir de los Dioses, por los
aborígenes americanos.
El afamado pintor de Baracoa Orlando Piedra es el organizador y
curador de la muestra, que reflejará además el patrimonio cultural
intangible del Theobroma cacao, al cual se vinculan además de los
instrumentos utilizados en la agricultura, expresiones musicales
como el Nengón y Kiribá, autóctonas de la zona.
Se entiende por patrimonio cultural intangible o inmaterial, los
usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas
reconocidos como parte integrante de su acervo cultural, por
comunidades, grupos e individuos.
El concepto engloba, además, a los instrumentos, objetos,
artefactos y espacios culturales que les son inherentes.
Ese tema lo tratará en el evento el Historiador de la Ciudad de
Baracoa, Alejandro Hartmann Matos, en una conferencia magistral en
el Museo del Chocolate, ubicado en la célebre Casa de la Cruz Verde,
otrora residencia de los Condes de Lagunilla, en La Habana Vieja.
En la instalación, aseguró, se degusta desde 2003 el exquisito
brebaje en taza, elaborado con cacao de la Villa Primigenia de Cuba,
y cuyas especialidades son el chocolate Tradicional, con vainilla y
canela, y el Azteca, con pimienta y nuez moscada.
El también Premio Nacional de Cultura Comunitaria 2005 indicó a
la AIN que en su intervención abordará la trascendencia del cacao
para América Latina y el papel de Cuba, y particularmente Baracoa,
en la llamada Ruta del Cacao.
Existe con ese propósito un proyecto que se ejecuta en Baracoa y
auspicia la Oficina Regional de Cultura para América Latina de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia, y
su Oficina de representación para Cuba, República Dominicana y Aruba.
El auge de esa iniciativa coincide con el de la revaloración
internacional del cacao que se produce en la región, lo cual
posibilita imprimirle un mayor agregado a ese rubro exportable,
vital para la economía de muchas naciones del subcontinente.