Más
de medio millón de casas fueron afectadas de manera total o parcial
en Cuba durante las últimas semanas, como consecuencia del paso de
la tormenta tropical Fay y los huracanes Gustav e Ike, según datos
preliminares ofrecidos en la Mesa Redonda Informativa de ayer, por
Víctor Ramírez, presidente del Instituto Nacional de la Vivienda (INV).
En contacto telefónico con el espacio radiotelevisivo, Ramírez
aclaró que, sin concluir aún el levantamiento general de las
pérdidas sufridas en el sector, las valoraciones hechas hasta ahora
indican que son millonarias. Solo el ciclón Ike, indicó, causó
estragos en alrededor de 323 800 inmuebles, de los cuales 42 931
sufrieron derrumbes totales. Las provincias más golpeadas en su
fondo habitacional a causa de este meteoro son Holguín, Las Tunas y
Camagüey.
Si tomamos como punto de referencia el azote del huracán Michelle
en el 2001, podemos afirmar que en los siete años transcurridos
desde entonces las viviendas perjudicadas en el país por fenómenos
meteorológicos sobrepasan el millón, es decir el 29 % de las
existentes, señaló.
Para el presidente del INV la estrategia de enfrentamiento a tan
cuantiosos daños está centrada en terminar la cuantificación
completa de las afectaciones reportadas con los datos concretos de
cada caso, recuperar todos los materiales posibles, y dar máxima
prioridad a la reparación de las afectaciones parciales.
Destacó, además, el control, disciplina y agilidad que
caracterizan el despacho de las tejas y demás elementos
constructivos, los cuales llegan con celeridad a manos de la
población en los lugares necesitados. También enfatizó en el
estricto cumplimiento de las normas tecnológicas que debe prevalecer
a la hora de colocar los techos.