NUEVA GERONA. — "Ike se llevó el techo de mi casa, pero hasta que
no terminemos aquí no nos vamos", dijo resueltamente Manuel Fonseca
Martínez, liniero C, miembro del contingente holguinero Calixto
García, que arribó a este territorio tras el paso del huracán Gustav,
el 30 de agosto último.
La familia está bien de salud, ya me comuniqué con ella, aseguró.
A Ramón Morales lo encontré retirando la línea secundaria de
cuatro postes derribados por los vientos huracanados de Gustav.
Él cuenta: "La casa perdió el caballete al paso de Ike, mi
familia está bien, cuando terminemos aquí seguiremos donde nos
necesite la Revolución".
Yosvel Durán perdió el techo de la casa, pero su familia está
siendo atendida. También continuará firme ofreciendo su contribución
en la Isla de la Juventud.
Ellos ratificaron la decisión de permanecer aquí hasta concluir
sus tareas, ya que sus familiares están bien de salud.
Mario Díaz y Maikel Magariño hablaron de la buena atención
recibida y el trato afable de los residentes en la segunda ínsula de
nuestro archipiélago.
Por su parte, Norberto Segura, vecino de La Fe, en el municipio
especial, calificó de heroico el gesto de esos hombres, que
desafiaron el peligro y las lluvias intensas de Ike. Ellos merecen
el reconocimiento del pueblo.
Los 187 linieros de Camagüey, Holguín y del municipio especial
posibilitaron en poco más de una semana la rehabilitación del 67%
del servicio eléctrico.
El territorio, azotado por el poderoso huracán Gustav, quedó
totalmente oscuro al sufrir severas afectaciones en las redes de
distribución primaria y secundaria, transformadores y postes.