Isla de la Juventud

Por encima del dolor… la solidaridad

Ana Esther Zulueta Avilés

NUEVA GERONA. — "Ike se llevó el techo de mi casa, pero hasta que no terminemos aquí no nos vamos", dijo resueltamente Manuel Fonseca Martínez, liniero C, miembro del contingente holguinero Calixto García, que arribó a este territorio tras el paso del huracán Gustav, el 30 de agosto último.

Foto: Roberto Díaz MartorellLinieros de varias provincias trabajan hoy en la Isla de la Juventud.

La familia está bien de salud, ya me comuniqué con ella, aseguró.

A Ramón Morales lo encontré retirando la línea secundaria de cuatro postes derribados por los vientos huracanados de Gustav.

Él cuenta: "La casa perdió el caballete al paso de Ike, mi familia está bien, cuando terminemos aquí seguiremos donde nos necesite la Revolución".

Yosvel Durán perdió el techo de la casa, pero su familia está siendo atendida. También continuará firme ofreciendo su contribución en la Isla de la Juventud.

Ellos ratificaron la decisión de permanecer aquí hasta concluir sus tareas, ya que sus familiares están bien de salud.

Mario Díaz y Maikel Magariño hablaron de la buena atención recibida y el trato afable de los residentes en la segunda ínsula de nuestro archipiélago.

Por su parte, Norberto Segura, vecino de La Fe, en el municipio especial, calificó de heroico el gesto de esos hombres, que desafiaron el peligro y las lluvias intensas de Ike. Ellos merecen el reconocimiento del pueblo.

Los 187 linieros de Camagüey, Holguín y del municipio especial posibilitaron en poco más de una semana la rehabilitación del 67% del servicio eléctrico.

El territorio, azotado por el poderoso huracán Gustav, quedó totalmente oscuro al sufrir severas afectaciones en las redes de distribución primaria y secundaria, transformadores y postes.

 

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