La previsión tuvo nombre en Nueva Paz

En tiempo récord fueron desmontadas y puestas a salvo 36 casas de cultivo tapado y seis máquinas eléctricas de riego de pivote central

Juan Varela Pérez
juan.pvp@granma.cip.cu

La previsión y el rápido andar de sus trabajadores salvaron de posibles graves daños económicos en Nueva Paz a 36 casas de cultivo tapado. Aunque sin mucha experiencia en maniobras como esta, cubiertas y todo elemento que pudieran dañarse fueron llevados a lugares seguros en pocas horas. En una inversión tan costosa no había tiempo que perder.

Foto: Arnaldo SantosLa previsión de sus trabajadores mantuvo protegida a las casas de cultivo tapado y este jueves de nuevo eran montadas.

La amenaza del Ike colocó en máxima alerta el dispositivo técnico y organizativo de la Empresa de Cultivos Varios del municipio. Por encima de cualquier dificultad el propósito era uno: terminar el 2008 con 1 030 000 quintales de viandas, granos y hortalizas.

Este jueves, muy satisfecho, el propio colectivo, que intervino en el "desmonte", y aseguró las mantas que cubren la hectárea dedicada a plantaciones semiprotegidas, devolvía la normalidad a las llamadas casas de cultivo.

Lo principal era impedir que el ciclo se detuviera y proteger las cifras de ají pimiento comprometidas para la exportación y las hortalizas que van al mercado interno, declaró a Granma Marcos Allende, jefe de ese frente.

Por eso, la misión principal era cuidar las 23 800 posturas (cada una tiene un precio de 0,48 centavos dólar) y moverlas, desde su nave, a lugar seguro hasta que el tiempo se normalizara. Si se perdían, subrayó, la campaña se incumpliría. No habría reemplazo para una variedad que, por sus exigencias y características, viene del exterior y exige un proceso que incluye la certificación de los especialistas de Sanidad Vegetal. De estas casas hay 14 dedicadas al ají pimiento, 16 para tomate y las restantes sembradas de pepino.

Allende explicó que en un trabajo masivo y de prisa como este, al bajar los techos ocurre alguna pérdida, pero es mínima e insignificante si se compara con los destrozos que ocasionarían los huracanados vientos.

Las seis máquinas eléctricas de riego de pivote central, fueron igualmente desmontadas y aseguradas. Conservar estos equipos, incluidos en el Programa de Desarrollo Agropecuario de La Habana, era imprescindible para beneficiar las 181 caballerías sembradas hasta la fecha y preservar el rendimiento de las que serán recogidas en los próximos meses.

El ingeniero Carlos de Jesús Martell, director de la empresa, precisó que los daños ocasionados por Ike y anteriormente el Gustav, se localizan, en lo fundamental, en 16 caballerías de plátano y de estas, cinco pueden recuperarse. En otros cultivos los efectos son de menor cuantía y, en ningún momento, hacen peligrar el plan del año que hasta el cierre de agosto se comportaba bien con más de 700 000 quintales.

La siembra escalonada permite, añadió, cosechar algún tipo de producto cada mes. En octubre, por ejemplo, llevarán al mercado malanga, boniato y yuca. Desde ahora se enfrascan en el fomento de cultivos de ciclo corto (calabaza, pepino, boniato) para reforzar el balance de la provincia. Dada su importancia mencionó, con acento especial, las cinco caballerías de frijoles que podrán recogerse a finales de año. Los recursos para el cumplimiento de esos planes están garantizados.

Con un área cultivable de poco más de 174 caballerías, la Empresa de Cultivos Varios de Nueva Paz, formada por cuatro Unidades Básicas de producción Cooperativa, dos de Crédito y Servicios, y 16 fincas estatales pertenecientes a la granja urbana, crea condiciones en sus albergues para, en fecha no lejana, incorporar a los 200 trabajadores que aún les faltan.

 

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