La amenaza del Ike colocó en máxima alerta el dispositivo técnico
y organizativo de la Empresa de Cultivos Varios del municipio. Por
encima de cualquier dificultad el propósito era uno: terminar el
2008 con 1 030 000 quintales de viandas, granos y hortalizas.
Este jueves, muy satisfecho, el propio colectivo, que intervino
en el "desmonte", y aseguró las mantas que cubren la hectárea
dedicada a plantaciones semiprotegidas, devolvía la normalidad a las
llamadas casas de cultivo.
Lo principal era impedir que el ciclo se detuviera y proteger las
cifras de ají pimiento comprometidas para la exportación y las
hortalizas que van al mercado interno, declaró a Granma
Marcos Allende, jefe de ese frente.
Por eso, la misión principal era cuidar las 23 800 posturas (cada
una tiene un precio de 0,48 centavos dólar) y moverlas, desde su
nave, a lugar seguro hasta que el tiempo se normalizara. Si se
perdían, subrayó, la campaña se incumpliría. No habría reemplazo
para una variedad que, por sus exigencias y características, viene
del exterior y exige un proceso que incluye la certificación de los
especialistas de Sanidad Vegetal. De estas casas hay 14 dedicadas al
ají pimiento, 16 para tomate y las restantes sembradas de pepino.
Allende explicó que en un trabajo masivo y de prisa como este, al
bajar los techos ocurre alguna pérdida, pero es mínima e
insignificante si se compara con los destrozos que ocasionarían los
huracanados vientos.
Las seis máquinas eléctricas de riego de pivote central, fueron
igualmente desmontadas y aseguradas. Conservar estos equipos,
incluidos en el Programa de Desarrollo Agropecuario de La Habana,
era imprescindible para beneficiar las 181 caballerías sembradas
hasta la fecha y preservar el rendimiento de las que serán recogidas
en los próximos meses.
El ingeniero Carlos de Jesús Martell, director de la empresa,
precisó que los daños ocasionados por Ike y anteriormente el Gustav,
se localizan, en lo fundamental, en 16 caballerías de plátano y de
estas, cinco pueden recuperarse. En otros cultivos los efectos son
de menor cuantía y, en ningún momento, hacen peligrar el plan del
año que hasta el cierre de agosto se comportaba bien con más de 700
000 quintales.
La siembra escalonada permite, añadió, cosechar algún tipo de
producto cada mes. En octubre, por ejemplo, llevarán al mercado
malanga, boniato y yuca. Desde ahora se enfrascan en el fomento de
cultivos de ciclo corto (calabaza, pepino, boniato) para reforzar el
balance de la provincia. Dada su importancia mencionó, con acento
especial, las cinco caballerías de frijoles que podrán recogerse a
finales de año. Los recursos para el cumplimiento de esos planes
están garantizados.
Con un área cultivable de poco más de 174 caballerías, la Empresa
de Cultivos Varios de Nueva Paz, formada por cuatro Unidades Básicas
de producción Cooperativa, dos de Crédito y Servicios, y 16 fincas
estatales pertenecientes a la granja urbana, crea condiciones en sus
albergues para, en fecha no lejana, incorporar a los 200
trabajadores que aún les faltan.