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El presidente hondureño, Manuel Zelaya, confirmó este sábado que
pospuso la recepción de cartas credenciales al embajador de Estados
Unidos en este país, Hugo Llorens, en respaldo a Bolivia.
Bolivia ha tenido una voz de protesta ante el mundo, una voz que ha
denunciado la intromisión de los asuntos internos de Bolivia, nosotros
que creemos en el derecho internacional, debemos por cortesía, por
solidaridad, por afinidad democrática, por defensa de los principios
de la soberanía de los países, ser solidarios, declaró.
Debemos presentar una voz de protesta ante la Organización de
Naciones Unidas (ONU), ante el pueblo, para que se busque una solución
al problema boliviano con el fin de que se logre establecer la paz y
la tranquilidad que tanto necesita este pueblo hermano, añadió Zelaya,
de acuerdo con el diario Tiempo Digital.
El presidente hondureño descartó, no obstante, la intención de
propiciar confrontaciones o rupturas de relaciones diplomáticas al
postergar el acto oficial, programado para la víspera y suspendido en
apoyo a la queja de su homólogo Evo Morales, de que el gobierno de
Goerge W. Bush promueve un golpe de Estado en su contra.
De ninguna manera queremos provocar un problema con Estados Unidos
de América, de ninguna manera estamos rompiendo relaciones ni mucho
menos, simplemente es que el acto protocolario de la entrega de
credenciales sea discutido con ellos para otra fecha, sólo de común
acuerdo se puede lograr eso, agregó el mandatario.
Zelaya, también presidente pro- témpore del Sistema de Integración
Centroamericano, informó que instruyó al canciller Edmundo Orellana
con el propósito de que se reúna con la representación norteamericana
en el territorio para concertar la fecha de recepción de las cartas
credenciales, a conveniencia de ambos países.
El gobernante hondureño adelantó que prevé viajar a Estados Unidos
a la asamblea de la ONU y reunirse con Bush y los jefes de gobierno
firmantes de tratados de libre comercio con ese país del norte.
Al mismo tiempo, calificó la propuesta de dirigentes nacionalistas
de declararlo demente para sacarlo de la Presidencia como el golpe de
Estado número 21 promovido por el Partido Nacional a lo largo de la
historia.
La publicación recordó que el anuncio del mandatario fue enviado a
dos periodistas de radio el viernes y su difusión provocó reacciones
de los sectores políticos de oposición y gran parte de la empresa
privada.