El Gobierno cubano reforzó la distribución de alimentos en la
provincia de Camagüey, cuya población está enfrascada en la
recuperación tras el paso del huracán Ike.
Desde Las Tunas se realizaron envíos de yogurt natural para
suministrarlo a niños intolerantes a la leche de vaca, ante la falta
de fluido eléctrico en instalaciones de Camagüey, mientras llegaron
viandas desde Ciego de Ávila.
También se decidió incrementar la disponibilidad de harina
panadera para incrementar la producción de galletas en industrias
locales.
El Consejo de Defensa Provincial informó que se adoptan medidas
para asegurar enfriamiento con equipos generadores de energía en
plantas acopiadoras de leche, a fin de evitar la acidez de este
alimento y pueda ser consumido por la población.
Además, la red minorista de comercio vende queso, en tanto el
restablecimiento del fluido eléctrico permitirá funcionen las
fábricas de conservas vegetales para elaborar mermelada de guayaba y
mango y salsas para condimentos.
La infraestructura agrícola de Camagüey fue prácticamente
devastada por los fuertes vientos del huracán Ike, que impactó a la
provincia el pasado ocho de septiembre, y los daños más severos se
localizan en platanales.
Por el contrario, la ganadería vacuna, la principal de Cuba,
reportó muy pocas pérdidas de animales, gracias a las medidas de
protección puestas en práctica desde antes del meteoro.