La lluvia y los fuertes vientos posteriores al paso del huracán
obligaron en Ciudad de La Habana a retrasar el inicio de los
arreglos en las redes, lo que exigió un segundo diagnóstico del
estado de los circuitos y esperar por el mejoramiento de las
condiciones del tiempo para energizar y probar las líneas.
Hasta anoche los municipios donde más trabajo quedaba por
concluir eran Boyeros, Plaza de la Revolución, Playa, Guanabacoa y
la zona de Guanabo, perteneciente a La Habana del Este.
Según precisa el vicepresidente del Consejo de la Administración
Provincial (CAP), la falta de electricidad también afectó el
funcionamiento de varias fuentes de abasto de agua, y, por
consiguiente, el suministro a la población.
Todavía continúan las evaluaciones de los perjuicios causados a
las viviendas. La situación más compleja está dada por los peligros
de derrumbe en edificios y otros inmuebles de mampostería en mal
estado, por lo que se recaba de los evacuados mantener la disciplina
y no retornar a los hogares en riesgo. Los técnicos de las Unidades
Municipales Inversionistas de la Vivienda señalan que unas 2 000
personas no podrán regresar a sus casas por las amenazas de desplome
en los inmuebles. El Gobierno analiza dónde podrán ser reubicados.
En las instalaciones de Salud, señala Góngora, los daños más
serios se registran en los hospitales Enrique Cabrera, Eusebio
Hernández y Fructuoso Rodríguez. Además, hay perjuicios importantes
en centros como el pediátrico William Soler debido a una rotura en
las redes de acueducto.
También 22 escuelas primarias presentan daños de consideración y
se trabaja en su reparación.