A las 11:50 horas de ayer, martes 9 de septiembre, el
Departamento de Estado envió a la Sección de Intereses de Cuba en
Washington la Nota Verbal No. 252/18, en la cual, tras expresar su
pesar por los daños adicionales causados al pueblo cubano por el
huracán Ike, insiste en enviar a nuestro país "un equipo de
evaluación humanitaria" para "inspeccionar las áreas afectadas".
Hoy, 10 de septiembre, a las 7:20 p.m., la Sección de Intereses
de Cuba en Washington envió al Departamento de Estado la Nota Verbal
No. 046/08, en la que agradece las expresiones de pesar del Gobierno
de los Estados Unidos por los daños causados en Cuba por el huracán
Ike y reitera que Cuba no requiere la asistencia de un equipo de
evaluación humanitaria, pues cuenta con especialistas suficientes y
preparados para realizar esta labor.
La Nota enfatiza que si el Gobierno de los Estados Unidos tiene
una real voluntad de cooperar con el pueblo cubano, se le solicita
que permita la venta a Cuba de materiales indispensables, tales como
cubiertas para techos y otros para reparar viviendas, y para
restablecer las redes eléctricas.
Asimismo, se reitera la solicitud de que el Gobierno de los
Estados Unidos suspenda las restricciones que impiden a las
compañías norteamericanas ofrecer créditos comerciales privados a
Cuba para comprar alimentos en ese país.
La Nota llama igualmente la atención del Departamento de Estado
sobre el hecho de que, para permitir la venta de los materiales
antes mencionados y autorizar créditos privados para la compra de
alimentos, no se requiere la visita a Cuba de un equipo de
evaluación humanitaria.
Por último, la Nota Verbal de la Sección de Intereses de Cuba
subraya al Departamento de Estado que su Nota No. 252/18 persiste en
una solicitud que ya el Gobierno de Cuba respondió en la Nota No.
1886 del Ministerio de Relaciones Exteriores, del 6 de septiembre de
2008 y, lo que es más significativo, no responde realmente a las dos
solicitudes concretas que el Gobierno de Cuba realizó al Gobierno de
los Estados Unidos para enfrentar los daños causados por el huracán
Gustav, y que reitera en la Nota presentada hoy.
Por otro lado, en las últimas horas, voceros del Gobierno de los
Estados Unidos han intentado justificar la negativa del Presidente
Bush a permitir la venta a Cuba de materiales indispensables y
autorizar créditos comerciales privados para adquirir alimentos en
ese país.
La Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, afirmó rotundamente el
domingo 7 de septiembre: "No creo que...un levantamiento del embargo
sea sabio".
El vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack, insistió el
lunes 8 de septiembre, en una rueda de prensa, en la supuesta
importancia de que Cuba acepte un equipo de evaluación que haga una
inspección "in situ" de los daños. Ante la observación de los
periodistas de que otros países han suministrado ayuda sin exigir
una inspección previa sobre el terreno de los daños, McCormack
respondió evasivo: "Veremos si el Gobierno cubano cambia de opinión
y nos permite ayudar al pueblo cubano".
Por su parte, el cubanoamericano Carlos Gutiérrez, secretario de
Comercio y copresidente de la comisión encargada de aplicar el Plan
Bush contra Cuba, expresó ayer hipócritamente: "¼ reiteramos nuestro
ofrecimiento de permitir a un equipo de evaluación de la USAID
viajar a Cuba para evaluar la situación".
El Gobierno de los Estados Unidos se comporta cínicamente.
Intenta sugerir que está desesperado por cooperar con Cuba y
nosotros nos negamos. Miente sin escrúpulos.
¿Por qué el Gobierno de los Estados Unidos insiste en el pretexto
de hacer una inspección en el terreno cuando resulta amplia y
evidente la información difundida sobre las graves afectaciones
provocadas por los huracanes a Cuba?
¿Por qué pone como condición el envío de un equipo de inspección,
algo que no ha hecho ningún otro país de las decenas que ya nos
brindan su cooperación generosa?
¿Por qué el Gobierno de los Estados Unidos se niega a permitirle
a Cuba que compre allí materiales para reparar viviendas, cubiertas
para techos o componentes para restablecer las redes eléctricas?
¿Por qué prohíbe a empresas norteamericanas, y a sus filiales en
cualquier país, ofrecerle a Cuba créditos privados para comprar
alimentos, que son hoy imprescindibles para garantizar la
alimentación de la población afectada y reponer las reservas del
país en previsión de nuevos huracanes?
Son esas las preguntas que el Gobierno de los Estados Unidos debe
responder.
Son esas las preguntas que la comunidad internacional, que apoya
abrumadoramente a Cuba en su lucha contra el bloqueo, le hace al
gobierno de los Estados Unidos.
Cuba no ha pedido al Gobierno de los Estados Unidos que le regale
nada. Simplemente que le permita comprar.
Lo demás es pura retórica, pretextos y justificaciones que nadie
se cree.
Cuba saldrá adelante. Ni huracanes, ni bloqueos, ni agresiones
podrán impedirlo.
Ministerio de Relaciones Exteriores
La Habana, 10 de septiembre de 2008