La alerta de José Rubiera, jefe del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, de que las próximas horas serán cruciales para el occidente de Cuba, reafirma que Ike es un peligro potencial para el territorio.

De acuerdo con el previsible azote del evento atmosférico, las autoridades locales intensifican las acciones de Defensa Civil orientadas para la fase de alarma ciclónica.

A medida que transcurren las horas, aumenta la cifra de evacuados, incluidas aquellas personas acogidas en viviendas de vecinos y familiares, por residir en edificaciones con peligro de derrumbe o en zonas de inundación, ya sean costeras o bajas.

La medida ha sido extendida a los hoteles ubicados a lo largo del Malecón o cerca del litoral, que podrían ser afectados por las penetraciones del mar o la fuerza de los vientos, y en los cuales hoy estaban alojados unos 700 turistas, de los seis mil 400 de visita en el territorio.

Autoridades del Gobierno en Ciudad de La Habana explicaron a la AIN que se han fortalecido las acciones de salud, como mantener la vitalidad de los hospitales, policlínicos y bancos de sangre, y la activación de brigadas médicas en los Consejos Populares donde puedan ocurrir inundaciones.

Junto con las medidas de protección a la ciudadanía, han estado las dirigidas a resguardar los recursos del Estado, como es el caso de los almacenes de entidades alimentarias y los existentes en el Puerto de La Habana, donde no se ha descuidado tampoco el aseguramiento de las embarcaciones.

En la agricultura se reporta el desmontaje de casas de cultivo y de posturas de semillas, el traslado de animales de ganado menor y mayor a lugares seguros, y la venta de la mayor cantidad de productos en placitas y agromercados.

Las autoridades locales han llamado a la población a actuar con disciplina, serenidad y rapidez, a no perder un minuto en estas horas cruciales que anteceden el paso del huracán Ike por el occidente cubano, cuyo efecto devastador en las provincias orientales y centrales se ha hecho sentir.