Sin tener que lamentar pérdidas humanas, pero con severas
pérdidas materiales, Santiago de Cuba se recupera ya de los efectos
del huracán Ike, cuyas bandas de lluvia y fuertes ráfagas de viento
golpearon todo el territorio de más de seis mil kilómetros
cuadrados.
Municipios como Guamá y Segundo Frente tienen sus poblados
cabeceras incomunicados por la crecida de los ríos, mientras
numerosos consejos populares tienen afectaciones eléctricas y de
comunicaciones, centenares de derrumbes parciales o totales de
viviendas y avenidas y calles de la ciudad capital están
interrumpidas por la caída de árboles y postes.
Después de fuertes vientos y lluvias durante la madrugada de este
lunes, al filo del mediodía las precipitaciones eran intermitentes y
las ráfagas casi eran imperceptibles, a la vez que se realizan
acciones para recuperar lo que sea posible de los daños a la
economía y a los bienes de la población.
En Segundo Frente la situación es complicada, tres de los ríos de
ese territorio de la Sierra Cristal salieron de sus cauces, y el
principal -el Mayarí- atraviesa el poblado cabecera inundando
numerosos barrios e impidiendo el paso por la carretera que la
comunica con la urbe santiaguera.
Unos 12 mil evacuados se mantienen en el municipio, y un reporte
preliminar precisa más de 500 casas dañadas. Unidades de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias trabajan en el rescate de personas y
transportación de materiales para esa zona.
Chivirico, cabecera de Guamá, también está incomunicada por la
crecida de ríos y arroyos de esa región de la Sierra Maestra,
mientras en San Luis, el desboque del río Guaninicum dejó media
docena de consejos populares anegados.
De las nueve presas de la provincia, siete ya están vertiendo, la
"Protesta de Baraguá", la mayor de todas, se sumó en las últimas
horas a las que aliviaban sus aguas, aun cuando no está totalmente
llena.
La capacidad de embalse del territorio se encuentra al 96 por
ciento aproximadamente, pero con la continuidad de las
precipitaciones y el escurrimiento de los ríos y demás fuentes
hídricas es previsible que esta cobertura de agua almacenada se
complete totalmente.
Aun cuando en la ciudad capital y otras zonas las lluvias no son
intensas, el Consejo de Defensa Provincial alertó la necesidad de
mantener y extremar las medidas de prevención y enfrentamiento a las
secuelas del huracán, sobre todo la disciplina ante las crecidas de
ríos y presas y los cables eléctricos caídos.