Desde la víspera autoridades y pueblo de la capital cubana están
volcados hacia la prevención de los peligros que representan la
penetración del mar, las inundaciones por intensas lluvias y los
derrumbes en viviendas y edificaciones.
El aprovechamiento de las horas que anteceden el deterioro
gradual del tiempo es aquí una premisa para vencer los desafíos del
huracán Ike, y por ello un ajetreo constante se vive en los barrios,
centros de la producción y los servicios, y en los puntos de
dirección y ejecución de las tareas de Defensa Civil creados para la
ocasión.
La evacuación de la población residente en zonas bajas, en
viviendas en mal estado proclives a derrumbes y en el litoral
costero comenzó ya, y particularmente muchas de esas personas
concurren a los hogares de familiares y amigos, además de que en
todas partes la gente procura resguardar sus efectos
electrodomésticos, colchones y alimentos.
También en esta fase de alerta ciclónica decretada para las
provincias habaneras, se intensifica la protección de los almacenes,
fábricas, escuelas, universidades, centros de la investigación
científica, fuentes de abasto de agua y otras instituciones.
En aras de la vitalidad de los centros de producción y servicios
imprescindibles más de mil 700 grupos electrónicos están activados,
además de unas 270 pipas de agua, aunque los delegados de
circunscripciones del Poder Popular en sus contactos con la
población han insistido en la necesidad de almacenar y ahorrar agua.
La protección de más de seis mil 700 turistas alejados
fundamentalmente en hoteles del litoral costero es otra de las
prioridades de las autoridades de la capital cubana, las cuales
procuran preverlo todo, en aras de evitar pérdidas de vidas humanas
y de que sean mínimos los daños materiales.
Desde bien temprano de la mañana, inmensas colas de personas se
palpan en panaderías-dulcerías, en tiendas de recaudación de
divisas, puntos de venta de productos agrícolas y en las bodegas,
con vistas a la adquisición de alimentos, incluyendo la canasta
básica.
La población y autoridades del territorio siguen muy atentas a la
evolución y trayectoria del huracán Ike, su paso devastador por las
provincias orientales y centrales, por lo cual se toman a tiempo
todas las medidas necesarias ante el peligroso meteoro.