Actualizado 1:45 p.m. hora local

Mañana soleada en Pinar del Río

La provincia de Pinar del Río vive una mañana soleada y a la vez expectante, tras los estragos del potente huracán Gustav, hace algo más de una semana, y la trayectoria de Ike de oriente a occidente del país.

Los pobladores del territorio continúan inmersos en la recuperación, fundamentalmente en labores de higienización, embellecimiento y reanimación de las producciones industriales y agrícolas, la electricidad y la telefonía.

Otras labores tampoco se paralizan, pues son imprescindibles ante la devastación causada por Gustav, fenómeno que el 30 de agosto provocó rachas de vientos de hasta 340 kilómetros por hora, y dejó un rastro patético que perdurará en la memoria de los pinareños.

Sumaron, preliminarmente 90 mil las viviendas damnificadas, y si bien los recursos llegan a la provincia para reparar o edificar facilidades temporales, de condiciones decorosas, esa tarea sí se detuvo a modo preventivo ante el posible embate de Ike y su impacto en los nuevos techos.

El curso escolar aún no ha comenzado en el territorio más occidental de Cuba, dañado de modo directo o indirecto por 150 ciclones desde 1900 a la fecha: por supuesto sin incluir a Ike, aunque muchos pinareños preferirían que el impacto más fuerte hubiera sido aquí para evitar más pérdidas a la economía.

Ike penetró anoche por la oriental provincia de Holguín y avanza sobre todo el país, rumbo al oeste, con varios pronósticos acerca de su salida al mar; de ese "caprichoso "modo se comporta el quinto huracán del Atlántico en la actual temporada ciclónica, del primero de junio al 30 de noviembre. (AIN)

 

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