Actualizado 1:45 p.m. hora local

Principales grupos políticos guían reconciliación en Líbano

BEIRUT, 8 de septiembre (PL).— Líderes de la mayoría parlamentaria y del principal partido opositor del Líbano manifestaron hoy disposición a un diálogo reconciliador entre facciones rivales, apegados al espíritu del Acuerdo de Doha de mayo último.

El jefe del movimiento Hizbalá (Partido de Dios), jeque Hassan Nasrallah, abogó porque el diálogo libanés se realice tan pronto sea posible y exhortó a todas las formaciones políticas del país a intervenir en esa discusión.

Aún cuando el debate nacional debe incluir planteamientos potencialmente antagónicos sobre las armas en poder del grupo chiita, Nasrallah aseguró que Hizbalá está listo en una comparecencia difundida por el canal televisivo Al-Manar.

La principal fuerza opositora, según su máximo dirigente, está abierta a conversar en un ambiente desprovisto de hostilidades con las organizaciones sunnitas rivales, en particular con el líder de la mayoría parlamentaria y del Movimiento Futuro (MF), Saad Hariri.

Aún si la situación de seguridad exige que Hariri (hijo del asesinado ex primer ministro Rafik Hariri) y yo no podamos reunirnos personalmente, eso no significa que otras autoridades de ambos partidos no puedan, subrayó.

Nasrallah reconoció, asimismo, la representatividad popular del Movimiento Futuro dentro de la comunidad musulmana sunnita y aseguró que estamos listos para cooperar con ellos, sin precondiciones .

Precisamente, Hariri inició el fin de semana una visita a la norteña ciudad de Trípoli, principal escenario en meses recientes de enfrentamientos armados entre musulmanes sunnitas y chiitas alawitas, estos últimos afines al Partido de Dios.

Apoyamos todos los esfuerzos reconciliadores en Trípoli, con independencia de quien los promueva, expresó al respecto Nasrallah, al acotar que una reconciliación similar se necesita en Beirut.

Durante un recorrido por la localidad de Sir al-Dinniyeh, el jefe del MF conversó con el líder alawita y ex parlamentario Ali Eid, bajo los auspicios del mufti (erudito intérprete de la ley islámica) de Trípoli y el Norte, jeque Malek al-Shaar.

Hariri recordó a los alawitas que todos somos libaneses y no permitiremos a nadie inmiscuirse en nuestros asuntos y que la seguridad de esa secta es parte integral de la seguridad de Trípoli, por lo que hará lo máximo posible para garantizarla.

Ambos líderes coincidieron en que la reconciliación entre libaneses comienza por proteger la paz civil, restituir a las fuerzas armadas la responsabilidad de velar por la seguridad de la urbe, eliminar toda manifestación armada y propiciar el retorno de los desplazados.

El Acuerdo de Doha fue firmado en mayo de este año por los principales sectores políticos libaneses para poner fin al vacío institucional existente desde noviembre de 2007 y a la violencia que cobró la vida de decenas de personas.

A partir de dicho pacto se eligió presidente a Michel Suleimán, se acordó una política de estado para el gobierno y se deben realizar, además, un diálogo nacional y elecciones generales en 2009.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir