La actuación venezolana destacó no solo por el triunfo de su atleta de la división de los 63 kilogramos, sino también porque su compañero de equipo Reinaldo Carballo (81) alcanzó presea de bronce.

Otros latinoamericanos que subieron al podio de premiaciones como nuevos monarcas fueron el mexicano Eduardo Ávila (73) y el cubano Isao Cruz (81).

Al mexicano todo le pareció un sueño, según dijo a Prensa Latina poco después de su triunfo en la final sobre el chino Xu Zhilin, con lo cual logró una hazaña para el judo de su país.

Mis primeros juegos, medalla de oro, no lo puedo creer, añadió Ávila, quien dedicó esta victoria a su familia y a toda la gente que me ha apoyado.

El título del cubano también tiene otros méritos. Le ganó al campeón de Atenas-2004, Cyril Jonard, y también en el camino se sacó "dos espinas" porque derrotó al argentino Jorge Lencina, quien le había superado en los campeonatos mundial y panamericano.

Esta es la emoción más grande que puede sentir un atleta, expresó Cruz, quien reveló que así cumplió su pronóstico y con ello repitió su resultado en Sydney-2000.

El judo aportó otros éxitos a la región por medio de los argentinos Fabián Ramírez (73) y Lencina. Ambos ganaron sendos medallas de bronce, actuación similar a la de la brasileña Danielle Silva.

La otra presea dorada de la jornada fue al pecho de la china Wang Jiling, segunda de ese tipo de los anfitriones en este deporte.

En la anterior fecha de competencia, los judocas latinoamericanos ganaron tres medallas, aportadas por las brasileñas Karla Cardoso y Michelle Ferreira, quienes se llevaron plata y bronce en las divisiones de 48 y 52 kilogramos, respectivamente.