VENECIA.— El luchador, de Darren Aronofsky, que conquistó por
igual a público y crítica el último día del concurso gracias, sobre
todo, a una extraordinaria actuación de Mickey Rourke, obtuvo el
León de Oro de la 65 edición del Festival de Venecia a la mejor
película, reportó ANSA.
Un veredicto casi cantado, vista la escasa cantidad de filmes
memorables en competición, aunque su principal contrincante, The
Hurt Locker de Kathryn Bigelow, también había generado
entusiasmo el día anterior.
El jurado, integrado entre otros por la directora argentina
Lucrecia Martel, concordó un juicio bastante diplomático que no
levantó polémicas ni despertó furores.
De los cuatro filmes italianos en concurso decidió premiar solo a
El papá de Juana, de Pupi Avati, concediendo la Copa Volpi
(premio al mejor actor) a Silvio Orlando por su emotiva
interpretación de un padre obsesivamente protector.
Dejó de lado títulos respetables como Birdwatchers, del
chileno Marco Bechis que mostraba la lucha impar entre indios
guaraníes y hacendados y Un día perfecto, del turco Ferzan
Ozpetek, certero retrato psicológico de un drama familiar.
El ruso El soldado de papel, de Alexiei Guerman, con su
exquisita coreografía de actores en bellísimos planos, secuencias
que cuentan a la vez un drama conyugal y un problema moral, mereció
dos premios, al mejor director y a la mejor fotografía.
Igual doblete para Teza, del etíope Haile Gerima, que
recibió el Gran Premio Especial del Jurado y una Osela al mejor
guión por su descripción de la pérdida de ideales sufrida por un
intelectual durante los 30 años que siguieron a la caída del imperio
de Haile Selassie.
Tal vez el jurado hubiera podido premiar una interpretación más
medida y menos efectista que la esquizofrénica dibujada por la
actriz francesa Dominique Blanc en El otro.