Señales de M

MICHEL HERNÁNDEZ
michelher@granma.cip.cu

Foto: RAÚL LÓPEZM Alfonso es una de las criaturas más interesantes de las nuevas hornadas de creadores de la música cubana alternativa. En los últimos tiempos ha desarrollado una carrera con vida propia sobre la base de la imbricación de ciertos elementos de la música urbana con las influencias cultivadas desde que dio su primer paso, en 1998, en esa escuela que es Síntesis.

De hecho, su actual horizonte creativo no solo abriga el original legado de esta banda, sino que le rinde culto de la mejor manera que puede hacerlo: vertiendo su sensibilidad juvenil en novedosas formas expresivas que dotan a la música del patio de una mayor vocación universal y la proyectan hacia el futuro, a tono con la riqueza de matices de las mejores realizaciones contemporáneas.

Una vasta dimensión de su obra la tuvieron los asistentes a la sala Che Guevara de Casa de las Américas, donde presentó su álbum debut Señales (EGREM). El fonograma, en el que logra patentar un sonido propio a partir de la experimentación con diversas fuentes rítmicas, muestra ciertas afinidades conceptuales con las atmósferas de la llamada world music, las raíces sonoras del entorno latinoamericano y los aires solitarios del sonido Bristol o trip hop, estilo que combina elementos del jazz, el hip hop, soul, rock, funk, dub¼ Entre sus principales representantes aparecen bandas de renombre internacional como Massive Attack —cuyo disco Blue Lines está considerado como la Biblia de este género— Portishead, Tricky, Morcheeba, Moloko¼

Para llevar adelante su bautismo musical en Casa, la artista convocó a un grupo de jóvenes instrumentistas que se acoplaron como profesionales con varios años en la carretera: Michael Olivera (percusión), Maykel Olivera (guitarra), Alfredo Rodríguez Salicio (teclados), Gastón Joya (bajo) y Yusa (bajo y voces), una multi-instrumentista fuera de serie que no solo ha escalado a la primera división de la música cubana, sino que ha cobrado notoriedad más allá de las fronteras insulares. Yusa, que volvió a ser mucha Yusa, contagió al público de su fiebre creativa con la ejecución junto a M de Metaphors, de Seal, Walking heads y ¿Sirvió de algo?, dos de las diez piezas de su tercer disco, Haiku.

Como viene ocurriendo en sus más recientes presentaciones, M conquistó al público sin el manto de timidez que pudo haberla acompañado durante sus primeras épocas y con la sensualidad de una voz que se movía ágil como una pluma por múltiples registros, reforzada por el desenfado y la vitalidad de los acompañantes, a los que se sumaron los fundadores de Síntesis, Ele Valdés y Carlos Alfonso en los coros. La cantante, con el apoyo emocional de sus padres, regaló Unlonely, tema interpretado por Carlos Alfonso en el memorable encuentro de músicos cubanos y estadounidenses celebrado bajo el nombre Music Bridge en el teatro Karl Marx.

Graduada de dirección coral en el Instituto Superior de Arte, transitó por territorios poseídos por la imaginación y el ingenio, de la mano de piezas como Señales, Pasó, Like a butterfly y I wish (Stevie Wonder), las cuales desplegaron los sentimientos más íntimos de una joven intérprete que ha sabido avecinar a la música cubana del presente sonidos que han florecido en las márgenes de la industria del entretenimiento global hasta convertirse en auténticas revoluciones musicales.

 

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