El vicepresidente del Consejo de Estado, Carlos Lage Dávila,
después de recorrer las zonas afectadas, reconocía la complejidad
del problema: "No se trata de reparar algunas torres, sino de hacer
una red eléctrica nueva".
Para apoyar la recuperación, cientos de linieros con todo el
equipamiento necesario, han arribado a Vueltabajo procedentes de
ocho provincias del país.
Carlos Moreno, viene de Granma. "Partimos el sábado, cuando
llegamos a Sancti Spíritus no nos dejaron seguir. Esperamos a que
pasara el ciclón y luego continuamos la marcha".
Esta es la segunda vez que presta su ayuda en Pinar del Río.
Antes, en el 2002, estuvo 27 días en Cortés. "Ahora la afectación es
mayor. La línea está acabada", asegura.
Ángel Rodríguez, de Villa Clara, estaba de vacaciones cuando se
determinó que Gustav atravesaría la provincia. "Toda la brigada se
presentó voluntariamente para venir a apoyar", dice.
"Yo he estado en muchos ciclones que han pasado por esta y otras
provincias, y nunca había visto tanto desastre. Este es el que más
daño ha hecho en la parte eléctrica y también en la población".
La fecha en que se establecerá la conexión con el Sistema
Electroenergético Nacional es aún un enigma. La línea de 110 KV,
cuyos postes sufrieron menos, se activará antes. La de alta tensión
podría tardar varios meses.
"Hoy contamos con una fuerza muy motivada, pero el trabajo es
duro y complejo", asevera el director de la Empresa Eléctrica
pinareña. Mientras, al pie de los tendidos derribados, cientos de
hombres de todo el país continúan la batalla de la luz y de la
solidaridad.