La falta de despliegue de alerones de
despegue (flaps), pudo ser la causa del accidente de un avión de la
aerolínea española Spanair, con saldo de l54 muertos, cuyos
familiares presentaron hoy una demanda judicial.
De acuerdo con declaraciones de expertos al diario estadounidense
The Wall Street Journal, citado por la prensa local, datos
preliminares de las cajas negras del MD-82 también señalan un fallo
eléctrico en la alarma que debe indicar el mencionado desperfecto.
Todo ello, unido a una posible distracción o premura de los
pilotos, ante el desespero y calor de los pasajeros, cuyo vuelo fue
retrasado por una hora para lidiar con otro fallo en el
funcionamiento del avión, provocó el desastre del pasado 20 de
agosto, destacan.
La falta de despliegue de ese elemento adicional en las alas,
empleado en las maniobras de despegue y aterrizaje, llevó al MD-82 a
consumir el máximo de la pista y finalmente desplomarse sin apenas
levantar altura, como mismo ocurrió con otro aparato similar en
1987.
El 16 de agosto del referido año, un MD-82 se estrelló en el
aeropuerto de Detroit, al registrar el mismo desperfecto. En esa
ocasión también perecieron 154 personas y sólo una niña sobrevivió.
Por otro lado, las españolas Maria Cabrera y Elena Fontaner, así
como la sueca Alassan Puye presentaron, a través del bufete de
abogados Ribbeck Law, una demanda contra la compañía Boeing, que en
1997 adquirió la McDonell Douglas, fabricante del MD-82 accidentado.
Los familiares perdieron a siete de sus miembros entre las 154
víctimas fatales del accidente en el aeropuerto Madrid-Barajas, tras
el cual sólo quedaron vivas 18 personas.
El mencionado bufete requerirá a la Boeing la presentación de
datos sobre el nombre de la empresa fabricante de los alerones, los
inversores de propulsión y el sistema de control de los elevadores,
así como el sistema de timones y de alas.
Según el abogado estadounidense Manuel von Ribbeck, en los
últimos once meses se estrellaron tres aviones McDonell Douglas, uno
en Phuket, Tailandia, otro en Imparta, Turquía, y el tercero en
Madrid.