.— El gobierno boliviano condenó
hoy actos violentos en este norteño departamento auspiciados por la
prefectura y dirigentes cívicos.
El ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, denunció que
el gobernador regional, Ernesto Suárez, es el responsable de los
ataques con armas de fuego la víspera a las instalaciones de
Impuestos Internos, en la ciudad de Trinidad.
Los enfrentamientos dejaron como saldo decenas de militares
heridos, quienes custodiaban ese recinto, destacó.
"Creemos que esta forma de asalto armado y de organizar grupos de
sicarios y criminales solamente corresponde a un Estado autoritario,
donde prima el régimen antidemocrático, precisó.
Quintana manifestó que el pueblo boliviano repudia estos hechos,
similares a los de la ciudad de Cobija, en el departamento de Pando.
Los gobernadores integrantes del opositor Consejo Nacional
Democrático (CONALDE) decidieron el pasado lunes arreciar las
medidas de presión para obstaculizar el referendo constitucional
previsto para el próximo 7 de diciembre.
Entre las medidas sobresale el bloqueo de carreteras, sobre todo
en el sur del país, así como amenazas de tomar distribuidoras de gas
natural y cerrar las válvulas.
El Ejecutivo reforzó la presencia militar en los campos
petroleros y adelantó sanciones por daños económicos a las
autoridades departamentales que auspicien esos desmanes.
También convocó al Parlamento y a la Fiscalía General de la
República para que asuman su responsabilidad sobre estos hechos
delincuenciales que promueven los prefectos y detengan la escalada
de violencia.