La contaminación de las fuentes hídricas
constituye un grave peligro a mediano y largo plazos para la
población latinoamericana, denunció hoy en Guatemala el epidemiólogo
cubano Enrique Beldarraín.
De acuerdo con el asesor del Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA),
la situación en la región es crítica porque casi no quedan reservas
de agua pura destinadas al consumo humano.
La extracción de minerales a cielo abierto, la industria
electrónica y otras actividades son negativas para las cuencas del
líquido vital, por el empleo de químicos y metales pesados que van a
dar a ríos, lagos y otros depósitos naturales, aseguró.
En la actualidad, precisó, existen tecnologías para reducir la
carga contaminante y debería ser una obligación legal y política de
los gobiernos exigir a las empresas su empleo para salvaguardar la
salud de la población.
Señaló que los efectos en las personas no se presentan de
inmediato, lo cual dificulta combatir el daño en sus etapas
iniciales.
Muchos metales pesados producen diferentes alteraciones que van
desde el cáncer hasta la esterilidad, malformaciones y retardo en la
capacidad de aprendizaje de los niños, dijo Beldarraín a Prensa
Latina.
El académico cuestionó, asimismo, el hecho de que en lugar de
combatir la contaminación se fomente el consumo del líquido
purificado y embotellado generalmente por grandes firmas
transnacionales.
Sólo las capas medias y altas de la sociedad tienen acceso a este
producto, dijo, mientras los campesinos, los obreros y los
desempleados, así como sus hijos, están condenados a sufrir graves
consecuencias en un futuro próximo.
Beldarraín participará en las audiencias que el TLA realizará del
8 al 12 de septiembre en la ciudad de Antigua Guatemala para
analizar varias denuncias presentadas por comunidades de la región
sobre mal uso de los mantos hídricos.