Los trabajadores de la fábrica de tejas de fibrocemento Mario
Echavarría López, de Artemisa, van del dicho al hecho. Hoy dan la
respuesta al pedido que se les hiciera: ya laboran
ininterrumpidamente las 24 horas —sus dos líneas de producción, de
tejas muy parecidas, están abiertas—, a tenor de las nuevas
exigencias incrementan el plan diario de metros cuadrados de
cubiertas ligeras y cuidan la calidad mediante estrictos controles
de laboratorio.
Lázaro Tejo Rodríguez, director de la entidad que pertenece al
Grupo Perdurit, del Ministerio de la Construcción, declaró a
Granma que el programa normal del año era, antes del huracán, de
1 808 200 metros cuadrados. Ahora en cambio, ante la urgencia, están
creadas condiciones, de todo tipo, para cerrar el 2008 con 2 018 200
metros cuadrados. Lo respalda lo que debe hacerse en la etapa
septiembre-diciembre al sumarse el aumento.
Todos los insumos necesarios existen e, incluso, la segunda línea
normalizó operaciones al restablecerse el servicio eléctrico. La
otra se apoya, ante cualquier interrupción, en el sistema del grupo
electrógeno.
Explicó que en la visita que hicieran el domingo anterior José
Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de
Estado y de Ministros, y Esteban Lazo, vicepresidente del Consejo de
Estado, ambos dijeron que para nosotros la tarea más importante, el
compromiso capital, era no solo cumplir el plan, sino fabricar más
tejas y contribuir a la solución de este grave problema que afrontan
territorios hermanos. Bajo ningún concepto, indicaron, deben
permitir que la planta baje el ritmo productivo y mucho menos se
detenga. Podemos afirmar que en cada uno de los tres turnos, esa
orientación se sigue con disciplina y la consagración que ellos
demandaron.
Aquella mañana se criticó a la dirección del centro por no
disponer en ese momento del combustible para operar el grupo
electrógeno. Falta de agresividad en la gestión, fue el oportuno
señalamiento. Antes de caer la tarde del propio domingo, el problema
estaba resuelto y hoy existe la cobertura para enfrentar cualquier
emergencia, explica Tejo, quien agrega: son experiencias que se
ganan.
Las opiniones y el intercambio con directivos y trabajadores y la
disposición mostrada a cualquier hora, de día o de noche, confirman
que nada impedirá el logro de sus compromisos.