Fábrica de tejas de fibrocemento

Del dicho al hecho

Juan Varela Pérez
juan.pvp@granma.cip.cu

Millares de viviendas e instalaciones quedaron sin techo al paso del huracán Gustav. Esa tragedia la padecen hoy familias y colectivos económicos, sociales, educacionales y de servicios en Pinar del Río, Isla de la Juventud y en menor cuantía en La Habana.

Foto: Arnaldo SantosOrlando López, operador de la máquina polivalente, opina que el colectivo responde al pedido que les hicieran.

Los trabajadores de la fábrica de tejas de fibrocemento Mario Echavarría López, de Artemisa, van del dicho al hecho. Hoy dan la respuesta al pedido que se les hiciera: ya laboran ininterrumpidamente las 24 horas —sus dos líneas de producción, de tejas muy parecidas, están abiertas—, a tenor de las nuevas exigencias incrementan el plan diario de metros cuadrados de cubiertas ligeras y cuidan la calidad mediante estrictos controles de laboratorio.

Lázaro Tejo Rodríguez, director de la entidad que pertenece al Grupo Perdurit, del Ministerio de la Construcción, declaró a Granma que el programa normal del año era, antes del huracán, de 1 808 200 metros cuadrados. Ahora en cambio, ante la urgencia, están creadas condiciones, de todo tipo, para cerrar el 2008 con 2 018 200 metros cuadrados. Lo respalda lo que debe hacerse en la etapa septiembre-diciembre al sumarse el aumento.

Todos los insumos necesarios existen e, incluso, la segunda línea normalizó operaciones al restablecerse el servicio eléctrico. La otra se apoya, ante cualquier interrupción, en el sistema del grupo electrógeno.

Explicó que en la visita que hicieran el domingo anterior José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y Esteban Lazo, vicepresidente del Consejo de Estado, ambos dijeron que para nosotros la tarea más importante, el compromiso capital, era no solo cumplir el plan, sino fabricar más tejas y contribuir a la solución de este grave problema que afrontan territorios hermanos. Bajo ningún concepto, indicaron, deben permitir que la planta baje el ritmo productivo y mucho menos se detenga. Podemos afirmar que en cada uno de los tres turnos, esa orientación se sigue con disciplina y la consagración que ellos demandaron.

Aquella mañana se criticó a la dirección del centro por no disponer en ese momento del combustible para operar el grupo electrógeno. Falta de agresividad en la gestión, fue el oportuno señalamiento. Antes de caer la tarde del propio domingo, el problema estaba resuelto y hoy existe la cobertura para enfrentar cualquier emergencia, explica Tejo, quien agrega: son experiencias que se ganan.

Las opiniones y el intercambio con directivos y trabajadores y la disposición mostrada a cualquier hora, de día o de noche, confirman que nada impedirá el logro de sus compromisos.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir