. — El presidente de
Estados Unidos, George W. Bush, visitó hoy zonas afectadas por el
paso del huracán Gustav, en un intento por evitar críticas, como
sucedió hace tres años con el Katrina.
Bush recorrió Baton Rouge, la capital de Louisiana, el territorio
más golpeado por el meteoro, que causó al menos siete muertos en el
país.
El gobernante fue acompañado por Dave Paulison, director de la
Agencia Federal de Administración de Emergencias, organismo
duramente cuestionado en 2005 por su ineficiencia y su respuesta
tardía a los cientos de miles de damnificados.
Bush visitó el lunes último Austin y San Antonio, en Texas,
territorio que acogió a los miles de desplazados de Louisiana por
Gustav.
Tras el paso de Katrina, que sólo en Nueva Orleáns causó la
muerte a unas mil 600 personas, el Congreso destinó unos 15 mil
millones de dólares para reparar y construir los diques que protegen
a la ciudad.
Sin embargo, con el nuevo fenómeno meteorológico salieron a la
luz algunas deficiencias en las obras, muchas de ellas inconclusas.
Aunque centenares de miles de hogares aún continúan sin
electricidad y grupos especializados mantienen las labores de
recuperación, las rutas hacia Lousiana colapsaron este miércoles por
el número de personas que regresaban a casa.
El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ordenó el fin del bloqueo
impuesto para obligar a los habitantes de la localidad a no entrar
con el fin de evitar pérdidas humanas.
Para impedir los saqueos y actos vandálicos de hace tres años,
miles de miembros de la Guardia Nacional fueron movilizados en los
últimos días en ese sureño estado.
Gustav tocó tierra el lunes con categoría dos en la escala Saffir-Simpson,
pero al adentrarse en territorio norteamericano perdió fuerza y
quedó degradado a tormenta tropical.