En octubre de 1868 estudiaba Derecho en Barcelona el 
			puertorriqueño Juan Rius Rivera. La noticia de la insurrección de 
			Yara le despertó vivas simpatías y se hizo el propósito de venir a 
			Cuba a luchar por su libertad. El joven estudiante —quien había 
			nacido en Mayagüez, Puerto Rico, el 26 de agosto de 1848— abandonó 
			la universidad y embarcó hacia los Estados Unidos, donde se 
			relacionó con los cubanos que organizaban expediciones con armas, 
			parques y medicinas para el Ejército Libertador.
			A bordo del vapor Anna, llegó a las costas de Oriente en 1870. 
			Inmediatamente se incorporó a las fuerzas que mandaba el General de 
			Brigada José Inclán, y en los meses finales de ese año fue nombrado 
			jefe de la zona de Holguín. El Mayor General Calixto García, para 
			aprovechar sus conocimientos, lo llevó a su lado como secretario del 
			Estado Mayor, pero Rius Rivera amaba la acción y logró que 
			nuevamente lo destinaran al batallón de Holguín. En la dura campaña 
			de 1874 se organizó el Regimiento de Caballería Céspedes, y su mando 
			fue entregado, por el Jefe de la División Cuba, a Rius Rivera.
			Celoso observador de la disciplina del Ejército Libertador y 
			defensor de la unidad de los revolucionarios, Rius manifestó su 
			desacuerdo con la sedición en Lagunas de Varona.
			El 17 de abril de 1875, reunidos en el campamento de Dos Ríos, el 
			coronel Arcadio Leyte Vidal y los tenientes coroneles Juan Rius 
			Rivera y Francisco Estrada Céspedes trataron sobre los 
			acontecimientos de Lagunas de Varona y, a instancias de Rius Rivera, 
			acordaron trasladarse a dicho lugar. En Lagunas de Varona tuvo 
			efecto una reunión presidida por el diputado por Oriente Jesús 
			Rodríguez. Allí pidió la palabra el teniente coronel Juan Rius 
			Rivera, quien al manifestar su oposición al movimiento expresó:
			"Cuanto más noble y grandioso no sería que en vez de estar 
			vosotros en este lugar funesto, donde quizás va a decretarse la 
			muerte de la Revolución de Cuba, con vuestros machetes así ociosos, 
			pendientes negligentemente de vuestras cinturas, dispuestos a 
			esgrimirlos sabe Dios por quién y por qué causa, os encontrárais 
			allá, del otro lado de la trocha, dispuestos a desenvainarlos contra 
			el único enemigo de los cubanos y su causa."
			La misma actitud de Lagunas de Varona fue observada por Juan Rius 
			Rivera con la capitulación del Zanjón. En Mangos de Baraguá, estuvo 
			junto a los revolucionarios que respaldaron la viril protesta del 
			Titán de Bronce. 
			Rius Rivera volvió a la lucha en 1896, cuando condujo hasta Cabo 
			Corrientes, Pinar del Río, la expedición del vapor Three Friends, 
			que acudió a recibir el Lugar Teniente General Antonio Maceo.
			Al caer Maceo en San Pedro, Rius Rivera ocupaba el cargo de jefe 
			de las fuerzas pinareñas. El 26 de marzo de 1897 fue herido y 
			capturado. Deportado a España, permaneció en prisión en Barcelona 
			hasta la terminación de la guerra.
			A su regreso a Cuba ocupó distintos cargos, pero decepcionado con 
			la frustración de la República, abandonó el país definitivamente en 
			1907 y marchó a Honduras, patria de su esposa, donde murió el 27 de 
			enero de 1920. Sus restos fueron trasladados a Cuba y depositados en 
			la necrópolis de Colón en abril de 1958.