Suburbios estadounidenses parecen hoy
destinados a tener un peso importante en el desenlace de las
elecciones generales de noviembre próximo, cuando el demócrata
Barack Obama y el republicano John McCain lidien por la presidencia
de este país.
Según expertos, en los últimos años cambió el panorama político
norteamericano, de manera tal que —coincidieron— la batalla por la
Casa Blanca será ganada por quién logre sacar ventaja de los
comicios en esas zonas.
Para imponerse en Colorado, la Florida, Virginia, Ohio,
Pennsylvania y otros territorios considerados clave en la actual
contienda, será necesario triunfar en comunidades otrora
insignificantes, precisaron.
De acuerdo con Robert Lang, co-director del Instituto
Metropolitano de la Universidad Politécnica de Virginia, los
votantes de los arrabales dejaron sus preferencias partidistas para
estar interesados en el candidato que les ayude a resolver sus
problemas.
Antes, en las ciudades apoyaban a los demócratas, mientras los
suburbios se inclinaban por los republicanos, pero eso dejó de ser
así con la diversidad racial y el aumento de la densidad poblacional
de esas áreas, advirtió.
En ese contexto, los especialistas dijeron que Obama y McCain
deberían concentrar esfuerzos en dichos poblados, donde la alicaída
economía doméstica ejerce particular impacto.
Tales criterios fueron respaldados por el demógrafo Thomas
Sánchez, de la Universidad de Utah.
El catedrático analizó los resultados de las últimas dos
elecciones presidenciales, 2000 y 2004, lo cual le permitió
identificar al centenar de suburbios más influyentes en el resultado
final de los sufragios.