ISLAMABAD, 18 de agosto.— Tras nueve años en el poder, al cual
llegó por un golpe militar, Pervez Musharraf renunció como
presidente de Paquistán, lo cual motivó celebraciones callejeras y
el alza del índice industrial de la bolsa de Karachi.
Ante la disyuntiva de encarar un enjuiciamiento político que
comenzaría mañana en el Parlamento Nacional, Musharraf optó por
dimitir y dijo que lo hacía para evitar más confrontación y
divisionismo con sus opositores políticos, lo cual crearía
inestabilidad en el país, según PL.
En su mensaje a la nación desde la Casa del Ejército, señaló que
"mi intención siempre fue la de crear una atmósfera de
reconciliación, no de trato injusto y discriminatorio ni de
vendetta. Pero se desató por el contrario un clima de
confrontación", arguyó.
Musharraf era acusado de corrupción política, asesinato,
malversación y abuso de poder. El mandatario dimitió luego de que
las Asambleas de las cuatro provincias del país aprobaron mociones
de censura y desconfianza como preámbulo al enjuiciamiento por el
Parlamento Nacional.