A cuarenta años del estreno en Cuba de "Memorias del
subdesarrollo", parte del equipo técnico y actoral rememoró los días
de filmación y los factores que hicieron de la película, la más
emblemática obra de la cinematografía cubana.
El momento en que se filmó Memorias... era de creación, de
experimentación y Tomás Gutiérrez Alea (Titón) estaba abierto a
todas las posibilidades, él buscaba una especie de collage, una
película libre, donde cupiera todo declaró Eslinda Núñez, una de las
actrices protagónicas.
Núñez, quien encarna el personaje de Noemí, resaltó el ambiente
de camaradería que caracterizó la filmación y destacó la atmósfera
de complicidad creada entre todo el equipo.
Miguel Mendoza, productor del filme, también definió el trabajo
de dirección como crucial en el resultado final y elogió el espíritu
de participación, la seguridad y la preparación previa que
identificó siempre a Gutiérrez Alea.
El también productor de la multipremiada "Fresa y Chocolate" se
refirió a los bajos costos utilizados en la realización y a los
retos de la producción en una industria naciente como la del cine
cubano del año 1968.
Mendoza destacó la impronta del contexto socio-político, el
desagrado provocado por la novela de Edmundo Desnoes -obra homónima
en la cuál está basada la película- y la difícil asignación de
presupuesto como varios de los obstáculos claves con los que
lidiaron durante la filmación.
Memorias del subdesarrollo, obra que fue ganando éxito de público
con el paso de los años, es la película cubana más lograda en cuanto
a lenguaje cinematográfico y contenido.
La presentación de la multimedia "Titón" -en el aniversario 80
del natalicio de Gutiérrez Alea-, la inauguración de la muestra "40
años de Memorias" y la proyección de Memorias.con la presencia de
técnicos y artistas en el Cine Charles Chaplin serán otras de las
actividades organizadas, hoy, por la Cinemateca de Cuba