Pinar del Río. — El aniversario 50 de la caída en combate del
destacado revolucionario pinareño Rafael Ferro Macías, Ferrito, fue
conmemorado con un acto político que presidió la primera secretaria
del Partido en la provincia, Olga Lidia Tapia Iglesias, y al que
asistió una amplia representación de combatientes, familiares y
amigos.
Se recordó que a mediados de agosto de 1958, Ferrito, entonces
jefe de acción del Movimiento 26 de Julio en Pinar del Río, acudió a
la entrevista concertada con un miembro del ejército de la
dictadura, quien había prometido proporcionarle armas.
El lugar convenido, un bar situado en las afueras de la ciudad,
se convirtió en una encerrona de las fuerzas represivas, contra las
que entabló desigual combate hasta ser abatido a balazos.
De carácter rebelde y valentía probada, había participado de
forma destacada en las principales acciones que tuvieron lugar en
Vueltabajo, como contribución al derrocamiento de un régimen
sanguinario, que cobró la vida de alrededor de un centenar de
jóvenes pinareños.
Con apenas 22 años de edad, estuvo al frente del contingente de
hombres que, siguiendo orientaciones de la dirección nacional del
Movimiento 26 de Julio, se alzaron el 30 de noviembre de 1956 en la
Sierra de los Órganos, para apoyar el desembarco del Granma.
Sufrió prisión y torturas, y fue ejemplo entre los combatientes
de la clandestinidad, a la vez que dedicaba parte de sus energías a
distintos intentos por establecer un frente guerrillero en las
montañas.
Al constituirse este, el 26 de Julio de 1958, formó parte de su
mando, a las órdenes del comandante Dermidio Escalona.
Días después regresa a la capital provincial para hacerse cargo
de la jefatura de acción, en sustitución de Jesús Suárez Gayol,
quien había sufrido quemaduras durante el atentado a una planta de
radio local.
"Su sepelio constituyó un desafío a la dictadura. El ejemplo
legado por Ferrito significó un alto compromiso para sus compañeros
de lucha, que le dieron continuidad a su obra y siguen hoy en el
combate", dijo Yarixandra Pérez, primera secretaria de la Unión de
Jóvenes Comunistas en el municipio de Pinar del Río, durante la
ceremonia conmemorativa, que también rindió homenaje a los mártires
Ceferino Fernández Viñas e Isidro de Armas, este último médico de la
guerrilla; caídos en la misma fecha.