Si el hombre sirve, la tierra sirve

Ronald Suárez Rivas

PINAR DEL RÍO.— Plátanos con frijoles, con fruta bomba, con col, con malanga¼ pueden ser combinaciones frecuentes en la mesa de cualquier hogar cubano, pero no tanto cuando se trata del mismo suelo donde se cultiva.

El aprovechamiento óptimo de la tierra es la máxima que rige en esta UBPC.

Sin embargo, esa experiencia podría multiplicar la producción de alimentos, según la opinión de los trabajadores de la UBPC Los Burros, un sitio donde aseguran que en la agricultura existe una única fórmula válida: sembrar.

Luís Hernández, su presidente, explica que entre las plantaciones de plátanos —el cultivo fundamental—, hay "calles" de varios metros de ancho que generalmente no se plantan, pero que de todas formas deben limpiarse, de modo que han optado por aprovechar esas áreas.

"El plátano demora en producir casi un año, pero antes se pueden recoger una o dos cosechas de otras viandas, frutas o granos", afirma. La medida permite obtener provecho de la tierra mientras se aguarda por cultivos de ciclo largo, que siempre entrañan un riesgo en una provincia donde los huracanes azotan con frecuencia.

En los últimos 12 meses, recolectaron 200 quintales de col y 180 de frijoles, y ahora tienen malanga y frutabomba para cifras similares. Más producción y los dividendos que esta genera, cubren los gastos de toda el área y hacen que los ingresos se incrementen de forma considerable.

Precisamente, gracias al aprovechamiento intensivo de sus 7,5 caballerías de tierras cultivables, la UBPC Los Burros, que hace un año tenía una deuda de más de 250 000 pesos y estaba a punto de ser desintegrada, ha tenido una considerable recuperación.

Hoy es la encargada de garantizar el plátano del consumo social de todo el municipio, un producto que antes había que importar de territorios vecinos.

Con los mismos hombres y la misma tierra, pero con distintos métodos de trabajo, hemos cambiado aquella imagen en poco tiempo. A más tardar en diciembre, con lo que tenemos en el campo, esperamos poner las finanzas al día y distribuir utilidades, expresa Luís, un jubilado de 67 años que asumió la dirección de la entidad a mediados de 2007. "Tendría que venir un desastre climático para que no podamos conseguirlo".

Según este experimentado agricultor, el intercalamiento de cultivos se puede aplicar no solo en terrenos fértiles. "En otros más malos hay que sembrar plantas de ciclo corto, como habichuela. Lo importante es tener la ‘calle’ cubierta de comida en vez de hierba, que solo sirve para atraer bichos perjudiciales para las plantaciones".

Sembrar constantemente, dice, tiene que ser la premisa de los hombres y mujeres del campo, en un territorio donde suelen alternarse los efectos de sequías y de devastadores ciclones. "Hay un pensamiento martiano que hemos convertido en una máxima de nuestro trabajo: si el hombre sirve, la tierra sirve".

 

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