ASUNCIÓN.— Fernando Lugo Méndez asumió la presidencia de Paraguay este 15 de agosto, fecha en que aquí se festeja el aniversario 471 de la fundación de la ciudad capital, convirtiéndose así en el presidente número 52 en la historia de esta nación del cono sur de América Latina.

El acto se inició con una sesión solemne en la Sala Bicameral del Palacio Legislativo, donde el mandatario saliente, Nicanor Duarte Frutos, entregó los atributos del cargo a Enrique González Quintana, presidente de esa instancia.

Posteriormente la sesión se trasladó al aire libre, donde acogió el entusiasmo y el calor de miles de paraguayos, venidos de los más diversos confines del país, concentrados desde temprano frente al Congreso Nacional para dar su apoyo a Lugo durante la ceremonia de transmisión del mando. "Es que antes las masas populares eran relegadas en cada cambio de Gobierno, ahora son esas masas las protagonistas de esta ceremonia", dijo a Granma un colega del diario local Última Hora.

Tras recibir los símbolos presidenciales —la banda y el bastón de mando— de manos de González Quintana, Lugo realizó su primera alocución oficial, en español y en guaraní "para que mi pueblo me entienda", en la que ratificó el propósito de construir "una sociedad fundada en principios de justicia, equidad e igualdad", y agradeció la posibilidad de contribuir al nacimiento de "un nuevo proyecto de Paraguay".

Ayer también juramentaron el vicepresidente, Federico Franco, así como los ministros del recién nombrado Gabinete.

Entre los invitados a este día memorable para los paraguayos estaban los mandatarios Hugo Chávez, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia; Tabaré Vázquez, de Uruguay; Michelle Bachelet, de Chile; Rafael Correa, de Ecuador, y Cristina Fernández, de Argentina.

Además, los jefes de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Honduras, Manuel Zelaya, y el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura. En representación de España participó el heredero de la corona, Felipe de Borbón.