Cuba en el mundo

El doctor Silvestre

Foto:Jorge luis gonzálezLA HABANA.— Llegó a esta Isla el 1 de marzo del 2002 cargado de un montón de temores y muchos sueños. Casi siete años después los temores desaparecieron, porque "Cuba no es como me la habían pintado" y los sueños se han cumplido, pues "acaban de entregarme el título de doctor en Medicina".

Silvestre Mendieta Cardozo posee la felicidad dibujada en el rostro. Es uno de los 108 estudiantes de la República del Paraguay que egresaron este curso de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), "un proyecto que no tengo cómo agradecer", argumenta en sus palabras a Granma este joven de 25 años, nacido en Asunción, capital del pequeño país sudamericano, y perteneciente a una familia "bien humilde, de escasos recursos económicos, pero a la que a su vez no le falta lo más importante: que es la honradez, el amor y el sacrificio que hicieron para yo poder venir acá".

Silvestre nunca antes había dejado el seno de su hogar, "somos cinco hermanos. Mi padre es carpintero —aunque ahora trabaja en otra cosa— y mi madre es ama de casa".

El haberse graduado aquí es para este muchacho, que aspira ir a cumplir su servicio social y luego volver para "hacer la especialidad en Cardiología" como "el premio ante un esfuerzo no únicamente mío, sino también del Gobierno cubano que ha puesto tanto empeño en la salud no solo en las personas individuales sino más bien de la salud del mundo y en especial por la visión del Comandante Fidel a raíz del huracán Mitch. Él fue quien tuvo la gran idea de este hermoso programa de la ELAM de formar médicos que no tengan una mentalidad comercial en cuanto a los pacientes y tengan a su vez las mismas capacidades, habilidades y conocimientos que cualquier médico graduado en otro lugar del mundo".

Antes de viajar a la nación antillana, Silvestre había estudiado en una escuela que se llama, "justamente, República de Cuba, donde obtuve una de las cinco becas que otorgaba el colegio a los mejores del sexto año. Para mi bien yo estuve entre ellos".

En este instante el novel médico prepara sus maletas para regresar a casa¼

Si pudiésemos tocarle a la puerta de tus padres en Asunción. ¿Cómo nos recibirían? ¿Qué mensaje les llevamos de tu parte?

"Mire, yo vivo en un barrio que se llama Tablada Nueva. Allá serán bien recibidos. Mi gente es muy hospitalaria. Dan la bienvenida con solidaridad y cariño.

"Dígales que pronto vuelvo a Paraguay, que los quiero mucho y que terminé una parte: la carrera, pero estoy comenzando otra más difícil aún que es mi vida profesional, la cual conlleva más responsabilidad. Dígales que gracias a los padres que tengo y a Cuba he llegado a ser el doctor Silvestre." (D.F.M.)

 

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