Recientemente, Cuba denunció las actividades impropias de 
			funcionarios de la SINA en esta capital, especialmente de su jefe, 
			Michael Parmly: facilitador del trasiego de dinero entre integrantes 
			de grupúsculos de la contrarrevolución interna y el terrorista de 
			origen cubano Santiago Álvarez Fernández-Magriñá, condenado por un 
			tribunal de Florida por posesión ilegal de armas. Hecho que 
			"constituye una violación de las normas diplomáticas", según 
			comentara Smith al responder las interrogantes de Granma, vía 
			correo electrónico. 
			
			¿Qué sucedería si esta acción fuese a la inversa? 
			
			Si un establecimiento diplomático extranjero en Washington fuera 
			culpable de una violación como esa, creo que sería probable que el 
			Departamento de Estado hubiera pedido la retirada de los 
			diplomáticos implicados —si no fuera por un motivo político 
			convincente para no hacerlo.
			
			¿Qué opinión le merece en la cuestión jurídica el amparo de los 
			jueces a Santiago Álvarez Fernández-Magriñá y el show en torno a 
			Luis Posada Carriles?
			
			Estos señores han protegido a Santiago Álvarez, y aun más, a Luis 
			Posada Carriles de una manera que debilita el respeto por la ley en 
			EE.UU. 
			La ley es clara: o hay que extraditar a Posada Carriles a 
			Venezuela, como ha pedido ese Gobierno, o hay que juzgarlo como 
			terrorista en Estados Unidos. No hacer ninguna de las dos cosas es 
			desacatar abiertamente a la ley.
			
			¿Cómo se explica que si Bush dijo que "quien proteja a un 
			terrorista es también un terrorista", en Estados Unidos se le dé 
			protección a criminales como Luis Posada Carriles, Orlando Bosch, 
			Rodolfo Frómeta y tantos otros? 
			
			Sí, George Bush ha dicho frecuentemente que quien da refugio o 
			protege a un terrorista es un terrorista. Entonces uno tiene que 
			preguntarse, dado que la administración de Bush ha brindado refugio 
			y tratamiento preferencial a archi-terroristas como Luis Posada 
			Carriles y Orlando Bosch, ¿cómo puede evitar la etiqueta de 
			"terrorista"?
			
			¿Cuánto se conoce sobre los Cinco en su país?
			
			Hay una creciente campaña en Estados Unidos a favor de dar a 
			conocer al pueblo norteamericano la verdad sobre los Cinco. En este 
			momento, sin embargo, el norteamericano de a pie desconoce el caso, 
			y tiende a pensar en ellos simplemente como los "espías cubanos".
			
			
			Hace poco el panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones de 
			Atlanta emitió el fallo que confirma la culpabilidad de los Cinco, 
			mantiene la condena de dos de ellos, René González y Gerardo 
			Hernández, y pide una resentencia para Ramón Labañino, Fernando 
			González y Antonio Guerrero, en una nueva audiencia en Miami. Su 
			comentario acerca de esta decisión.
			
			En mi opinión, la decisión de los tres jueces en Atlanta con 
			respecto a los Cinco fue simplemente equivocada, y parece que fue 
			inspirada políticamente. En algún momento, esperamos, se hará 
			justicia.
			
			¿Sabe el pueblo de Estados Unidos cuán involucrado ha estado su 
			gobierno en actos de terrorismo?
			
			No. La mayoría de los estadounidenses ignora hasta qué punto su 
			gobierno ha estado involucrado en tales actos terroristas. Sin 
			embargo, empiezan a conocerlo.
			
			A siete años de la declaración de Bush de su guerra global contra 
			el terror. ¿Considera que se han logrado los objetivos? ¿Es más 
			seguro el mundo?
			
			No. El llamado de Bush por una "guerra global" de duración 
			indefinida contra el terrorismo nos ha dejado un mundo que es mucho 
			más peligroso. Es trágico, en realidad. 
			Inmediatamente después del 11 de septiembre, el mundo estuvo al 
			lado de los Estados Unidos. Eso incluyó al Gobierno cubano, que 
			enseguida expresó su solidaridad con el pueblo norteamericano y se 
			brindó a cooperar con Estados Unidos en una lucha contra el 
			terrorismo. La administración de Bush ni respondió. 
			Si Bush hubiera enfocado los esfuerzos de Estados Unidos contra 
			Al-Qaeda en Afganistán y si hubiera trabajado dentro del sistema 
			internacional y con pleno respeto hacia la ley internacional, 
			hubiera mantenido el apoyo de la mayoría de los otros gobiernos, 
			incluso el cubano. Pero en vez de eso, rápidamente redujo sus 
			esfuerzos en Afganistán contra Al-Qaeda e invadió a Iraq. Saddam 
			Hussein no tuvo nada que ver con Al-Qaeda ni con los ataques 
			terroristas del 11 de septiembre. La guerra en Iraq no ha sido más 
			que una distracción sangrienta y costosa, y sin el apoyo de la 
			comunidad internacional. 
			Luego, Bush también adoptó la doctrina de la guerra preventiva, 
			dando a EE.UU. el derecho de atacar a cualquier nación que ellos 
			perciban como una amenaza, independientemente de si las Naciones 
			Unidas o alguien más está o no de acuerdo. Además, insistió en 
			reclamar prerrogativas amplísimas de la presidencia con respecto a 
			cualquier asunto relacionado con la seguridad nacional, sin tener en 
			cuenta si esas estaban establecidas o no en la Constitución. Para 
			otro presidente, va a tomar años corregir esta situación que nos ha 
			dejado George W. Bush. Y mientras tanto, ha resultado en la pérdida 
			del respeto y apoyo por EE.UU. dentro de la comunidad internacional.
			
			
			¿Los norteamericanos están bien informados?
			
			Los norteamericanos no están ni cerca de hallarse bien 
			informados, particularmente sobre asuntos de la política extranjera. 
			Empiezan a despertarse y se puede inferir por el hecho de que el 
			apoyo por y la confianza en la administración de Bush han llegado a 
			un bajón sin precedentes. En otras palabras, ¡mientras más conocen 
			sobre la política extranjera de Bush, menos les gusta!
			
			Ustedes viven un año electoral. El mundo aguarda expectante los 
			resultados de las elecciones de noviembre. ¿Barack Obama o John 
			McCain? 
			
			Vamos a ver. Apuesto a Obama.