Conseguir la primera medalla en citas olímpicas es el difícil
reto del remo cubano en los Juegos de Beijing, el cual asumirán
nueve deportistas repartidos en cuatro tripulaciones.
Sus mejores resultados datan de Barcelona 92, por intermedio del
doble con timonel de Ismael Carbonell, Arnaldo Rodríguez y "El Waco"
Ojeda, quienes ocuparon el quinto lugar; y en Sydney 2000, con la
singlista pesada Mayra González (séptima).
Aunque el vaticinio general señala ubicar a los cuatro botes
entre los mejores 12 de sus respectivas modalidades, Norge Marrero,
presidente de la Federación Cubana de esta disciplina, confía en una
buena actuación y espera se alcance la añorada presea.
Marrero, quien asiste ahora a sus décimos Juegos Olímpicos -desde
Tokio 64-, primero como remero y después como entrenador y
federativo, respectivamente, expresó recientemente desde la capital
china: "Estamos más cerca que nunca de mejorar el quinto lugar de
Barcelona y de alcanzar una presea, sobre todo con los botes ligeros
de mujeres y hombres".
Cierto es que las valoraciones son de rigor y nadie se atrevería
a dudar de sus conocimientos avalados por años de experiencia en la
disciplina, sin embargo, no pueden excluirse los deseos por alcanzar
una medalla olímpica.
También desde la capital china Marrero señaló: "Me gustaría
despedirme de estos Juegos y de mi actividad con el mejor resultado
histórico del remo."
El grupo de canoístas cubanos lo integran Yoennis Hernández,
Janier Concepción, Ángel Fournier y Yuleidis Cascaret, en el cuatro
par de remos cortos (4x), categoría pesada, e Ismaray Marrero-Yahima
Velázquez y Eider Batista-Junior Pérez, en los dobles par (2x)
ligeros, y Mayra González, en el single (1x) pesado.
Aunque la preparación se cumplió con algunas dificultades, en el
reducido equipo reina el optimismo, principalmente entre los
remeros.
Ellos llegan a Beijing después de competir en la Copa del Mundo
de Lucerna, Suiza, donde los resultados no fueron del todo
satisfactorios, aunque lograron tiempos acorde con la etapa de
preparación en que hallaban.
Inicialmente el colectivo técnico programó otra Copa del Mundo,
la de Munich, Alemania, y una base de entrenamiento en Bélgica, pero
no pudieron materializarlo.
La preparación se completó con dos bases de entrenamiento en la
presa Hanabanilla, en la provincia de Villa Clara, y la participaron
en la IV Olimpiada del Deporte Cubano.
Sin duda, un escaso fogueo para hacer realidad el sueño del remo
cubano, el cual sobresalió en el presente ciclo olímpico con los
primeros lugares en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de
Cartagena de Indias, Colombia, en 2006 y los Panamericanos de Río de
Janeiro, Brasil, el pasado año.
No obstante, la última palabra se dirá en la pista acuática de
Beijing 2008.