Si de dificultades económicas se trata, no aparecen en las
informaciones de la prensa mundial, ninguno de los países
paupérrimos del continente africano asolados en muchas ocasiones por
devastadoras hambrunas, sino que a la nación que se s´ñ-eñala como
ejemplo de desastre económico, es a Cuba. Nada, que para quienes
leen la prensa mundial, ya sea la de Europa, Estados Unidos o de
América Latina —con algunas contadas excepciones—, lo que se dice es
que Cuba es la nación desastre.
Si el tema es el de la prostitución o el abuso infantil, a quien
se crucifica es a Cuba , como si no hubiera otra nación en la Tierra
con más prostitutas y niños abusados que en Cuba. La realidad es
todo lo contrario. Porque hay más mujeres de la vida fácil en los
bares de los hoteles de Miami o de cualquier otra ciudad
norteamericana, que las que hay en todas las calles y vericuetos de
la Isla de Cuba.
Y como si fuera poco, en la televisión que se ve en el mundo
exterior, la imagen que se presenta de Cuba no podía ser peor. Como
si la bella Isla del mar Caribe hubiera dejado de ser como la
describió el almirante Cristóbal Colón, cuando dijo que había
llegado a la tierra más hermosa que ojos humanos vieron.
La campaña sucia contra Cuba está orientada, dirigida y costeada
por el aparato de propaganda del gobierno de los Estados Unidos, un
hecho tan evidente como los millones de dólares destinados para esos
fines por la actual administración del presidente Bush. Ello es de
lamentar, pero se explica. Estados Unidos tiene a Cuba en su lista
de nación enemiga.
Pero lo peor no es eso. Lo peor es que la campaña sucia de
descrédito contra Cuba la realizan desde Miami otros que se llaman
cubanos, a pesar de su deleznable conducta contra el pueblo cubano.
¡Qué desvergüenza!
(Tomado de Radio-Miami)